En muchas ocasiones habrás pensado que a tus hijos se les recargan las pilas mientras duermen ya que no paran ni un instante durante el día. Aunque para ti pueda resultar fatigoso, esto es lo más lógico del mundo. Los pequeños están en la fase de experimentar y de descubrir cosas, y por eso no es bueno coartarle las alas. Es más, un niño que es feliz tiene que ser ruidoso, alegre, inquieto y revoltoso. Si no es así, probablemente es porque esté malito o porque algo no esté bien.
El niño que es feliz tiene que ser ruidoso, alegre, inquieto y revoltoso
¿Ya te has olvidado cómo eras tú de pequeño? La niñez es la época más maravillosa de una persona, y como tal, los nenes la deben disfrutar al máximo. Un niño que es feliz tiene que ser ruidoso, alegre, inquieto y revoltoso. Es preciso tener un poco de empatía para con los más pequeños. También entender que es su momento de interactuar con el mundo y de descubrir todo aquello que les rodea.
Saber comprender esto es preciso para evitar este movimiento que parece que crece más y más que se ha denominado como “niñofobia”. Es más, ya se han dado casos en lugares públicos donde se ha reprendido a las madres porque sus hijos lloraban, tal y como ocurrió en un vuelo. En este, le dijeron a la progenitora de un bebé que no podía sollozar por más de 5 minutos. Asimismo, se han creado hoteles, bares y restaurantes, por ejemplo, donde se prohíbe la entrada a los pequeños, para que los adultos no tengan que estar en contacto con ellos.
El caso de Sarah Blackwood
La cantante canadiense tuvo una experiencia en un avión parecida a la mencionada anteriormente. Solo que en su caso la obligaron a abandonar la aeronave en un vuelo de San Francisco a Vancouver en el 2015 porque su hijo de 23 meses empezó a llorar antes de que el avión despegase.
En primer lugar, una azafata se aproximó a ella para decirle que calmase a su bebé, o de lo contrario no podría viajar. Ya ante ese comentario la cantante se quedó alucinada. Todo y que tras 10 minutos el nene se calmó, dejó de llorar e incluso se durmió, la tripulación decidió que la canadiense debía bajarse del avión porque no se sentían seguros de hacer el viaje con ese niño en la aeronave.
La gente debe entender que el llanto no siempre es señal de que un niño se porte mal o sea maleducado. En ocasiones, sobre todo cuando son pequeños y no hablan, los críos lo usan como manera de comunicarse.
¿Qué ocurre cuando se le impide a un niño que se comporte como tal?
Como se dijo anteriormente, un niño que es feliz tiene que ser ruidoso, alegre, inquieto y revoltoso. Si a un pequeño se le impide que ríe, salte, corra, toque, aprende o experimente cosas, entre otras acciones, además de criar a un nene infeliz, se estará educando a una persona con miedos, a la cual le costará atreverse a explorar. Por lo tanto, no es bueno hacer que un niño se quede inmóvil todo el rato en una silla, impedirle que baile, cante o juegue, por ejemplo.
Si se da la circunstancia de que el crío llora, en vez de ignorar su llanto o censurarlo, hay que atenderlo. En el caso de que vaya a tocar algo que lo pueda lastimar, se le protege. Eso sí, siempre se debe fomentar el hecho de que sea curioso, explore lo que le rodea y tenga interacción con el medio. Esto ayudará a que críes niños inteligentes.
Se podría decir que la infancia y la niñez son sinónimos de ruido por la naturaleza. Y si no, pasa por una escuela o un jardín de infancia a la hora del patio y te darás cuenta de la alegría que se respira en ese recreo, además del ruido.
Para acabar, en el siguiente vídeo puedes escuchar un episodio de podcast que habla sobre la niñofobia en profundidad.
