David es un niño muy querido que se preocupa mucho por su familia. El niño de 10 años ayuda a su familia de la manera que puede. Su familia, la cual se encuentra en una situación financiera difícil en este momento, está muy contenta con la actitud que el pequeño tiene.
Un niño de 10 ayuda a su familia económicamente. Conoce la historia
A los 10 años, David tiene actitudes que muchos adultos nunca han tenido. Él tiene que lidiar con la dura realidad del desempleo de sus padres. Por eso, no tiene una vida muy cómoda debido a la situación financiera de su familia. Sus padres están algo desesperados por la falta de dinero. Y por no poder pagar el alquiler del barracón donde viven.
Otro problema en la vida de esta familia es el hambre. Viven en el área de Senador Canedo de la región metropolitana de Goiânia, en Brasil, y han recibido ayuda gracias a la iniciativa de David. Al ver la situación de hambre en la que se encontraban sus hermanos menores, fue a las panaderías del barrio donde vive pidiendo el pan duro. Él cuenta: “La mujer me daba todo duro, pero aún así, yo lo agarraba y lo partía para que mis hermanos y yo pudiésemos comer”.
Quién es David
David es un niño con tan buen corazón y que, a pesar de por todas las dificultades por las que está atravesando, todavía es solidario con sus amigos. El niño dice: “El pastel de 0.50 reales yo lo pago en la escuela y lo comparto con mis amigos. Los amigos están para eso. Hay veces que ellos comparten conmigo y otras que yo comparto con ellos”.
Aún asumiendo toda esta responsabilidad, David no deja de revelar el niño que lleva en su interior. Él cuenta sus sueños y deseos diciendo: “A veces, tomo una lata de manteca, tomo una pajita y hago la tapa de la rueda [para montar un automóvil de juguete]. Quería tener un carrito de control remoto, mi sueño era tener uno de esos “.
La familia del niño de 10 años ayuda a la familia
La familia de David llegó de Pará a Goiânia buscando un tratamiento para su hermano de 8 años, Emanoel. Este sufría de microcefalia y soplo cardíaco. Erlândia, la madre de los niños, dice: “Lo que más le dolía era la cabeza. Y él también estaba en la UCI, no había forma “. Por desgracia, el niño falleció a principios de mayo.
Mardonio, el padre de David dice que la familia sobrevivió solo con el subsidio de enfermedad que recibieron de su hijo Emanoel. El valor fue de 400 reales y ayudó a pagar el alquiler. Después de la muerte del nene, se quedaron sin este subsidio. Por eso, el hombre hace un llamamiento: “Quiero un trabajo, una oportunidad de aprender alguna profesión para mantener a mi familia”.
