Tuve que ver a mi bebé sufrir durante los próximos 22 meses por causa de estos demonios… ella temía que la encontraran y la volvieran a buscar. Pasó por el acoso continuado de algunos de ustedes por teléfono o las redes sociales, y hasta a través de otros, incluso después de lo que le habían hecho. Ella sufrió pesadillas, insomnio, ansiedad de separación, ataques de pánico, estrés postraumático y posterior empeoramiento de la enfermedad mental.
Vi a mi preciosa hija marchitarse ante mis ojos, mental y físicamente. Rara vez se salía de la cama, hasta que ya no podía soportar el dolor y el tormento que usted le causó. Lo que le hicieron ustedes fue una causa directa de su suicidio el 12 de diciembre de 2015.
Sé quiénes son, y ustedes lo saben, y la policía también lo sabe. Espero que el conocimiento de lo que han hecho les persiga por el resto de sus vidas, y un día, si tienen la suerte de tener hijos propios… recuerda lo que le hicieron a mi preciosa y única bebé, e imagina cómo se sentirían si alguien le hiciera eso a su bebé.
Cassy era mi mundo, todavía lo es y siempre lo será. Pero ahora no tengo nada, y todavía estoy tratando de encontrar una razón para seguir sin ella. No acabas de causar la muerte de mi hija, mi hija a la que había amado y en quien derramé mi corazón y mi alma y cada fibra de mi ser durante casi 16 años. Tú también mataste mi futuro con ella.
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