El bullying se ha convertido en una práctica muy común en las escuelas. Se trata básicamente del acoso a una persona que es sometida a diferentes estrategias de humillación y desmoralización, mediante insultos, golpes, violencia física de todo tipo, así como campañas mediáticas por las redes sociales.
Las consecuencias del bullying pueden ser terribles. Ya ha habido casos en que la práctica del bullying ha provocado la muerte de las víctimas por parte de los victimarios, quienes muchas veces no son penalizados por ser menores de edad. Otras veces, los daños psicológicos han llegado a ser tan graves que han motivado el suicidio de quienes sufren acoso.
La crueldad del bullying va mucho más allá de lo imaginado. Las personas suelen desestimarlo porque les parece que son cosas de muchachos y que son inofensivas, pero no es así. El caso de Cassidy Trevan de Melbourne, Australia, llegó de hecho a límites inconfesables.
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