En las redes se pueden conseguir más de un vídeo sobre rabietas de niños pequeños, pero ninguno como éste que presentamos aquí.
Una niña, tras la negativa de su padre a prestarle la tablet, se tira al piso y arma una escena, cuyos diálogos podrían perfectamente ser incorporados a la escena de una película de autor. “¿Por qué me haces esto?… Tú eres el único que me quiere… no tiene que hacerme algo así…” Y claro que el padre intenta tener una actitud modeladora: “Cuando no obedeces te castigo”.
Este tipo de escenas son más comunes de lo que parecen, y aunque niños caprichosos los ha habido desde tiempos inmemoriales, es cierto que hoy en día algunas cosas parecen estarse saliendo de control.
¿Por qué? Porque se encuentran potenciadas por el impacto de las nuevas tecnologías, que hacen de los chicos sus cautivos con el consentimiento de los padres, que ven en ellas la manera de quitarse de encima a los muchachos.
Es importante que los padres sean capaces e establecer límites con sus hijos. A pesar de que no parezca, hacerlo es una expresión de amor genuino de los padres a los hijos, porque son capaces de sacrificar su autoimagen por transmitirles una educación que los haga libres y responsables a la vez.
Lo contrario, es decir, consentir cada capricho de los chicos, puede revelar poco compromiso o, incluso, una gran necesidad de los padres por querer ser amados a toda costa.
Vea en este vídeo la escena de la chiquilla y la actitud que toma el padre, y que tiene variaciones desde el principio hasta el final. Juzgue usted mismo y diga: ¿ha hecho bien el padre?
En contraparte, conozca la reacción ejemplar de este padre que sin gritos ni golpes calmó el berrinche de su hija:
