Hoy en día, la cultura de la imagen se ha impuesto sobre todo. Y muy especialmente, la imagen de la belleza asociada a la juventud ha hecho de las suyas. Todo lo que vemos a nuestro alrededor sin imágenes de mujeres y hombres jóvenes, que orientan nuestros arquetipos de belleza.
Estos modelos de hoy son cada vez más jóvenes, y ahora una nueva tendencia en las redes hace que hasta los niños estén bajo el ojo del mundo. Esta vez le tocó el turno a la niña Anna Knyazeva, quien desde la primera foto colgada en la red llamó tanto la atención que se viralizó y llegó a ser nombrada la niña más bella del mundo.
Anna es una niña rusa, que hoy tiene unos 7 años de edad. Su madre se dio cuenta del poder que ejerce su belleza, de manera que le creó una cuenta en Instagram que hoy alcanza casi el medio millón de seguidores.
Desde entonces, Anna se ha convertido en una modelo infantil. Parece que su madre ha captado muy bien el potencial de la pequeña, y ha sabido sacar provecho. Esto ha generado todo un debate en las redes sociales. ¿Es lícito o no que la imagen de una pequeña sea explotada de este modo? ¿Cuál es el propósito y qué beneficios puede traer para la pequeña?
La opinión pública se encuentra dividida en dos grandes grupos respecto de este caso: aquellos que lo consideran legítimo, y aquellos que consideran que la niña, por no tener edad para decidir cómo manejar su imagen públicamente, debe ser protegida en su identidad y no ser explotada comercialmente, aunque se trate de la madre quien lo haga.
Ver cómo está actualmente en esta foto de su Instagram:
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