El mundo actual enfrenta un flagelo muy contradictorio: en una época en la que se rinde culto a la delgadez, aumenta considerablemente el índice de obesidad, a niveles incluso de la obesidad mórbida.
Se trata de una expresión de los desórdenes alimenticios ocasionados en el contexto de una cultura consumista, hedonista pero represiva y censuradora en cuanto a los patrones de belleza vigente.
Sea como sea, la obesidad mórbida no es un problema de la gente adulta solamente. También es un problema infantil. Recientemente hemos tenido noticias de Jessica, la niña más gorda del mundo.
Ha llegado a pesar 200 kilogramos, peso que le ha impedido tener una vida normal. Jessica no podía caminar normalmente, sino que debía arrastrarse por el suelo; no podía subirse a las sillas ni al sofá, no podía participar de las actividades físicas, pues su peso le deformó la estructura ósea, etc.
¿Cómo llegó a esa situación? Sin duda alguna, con la complicidad de la madre, que en su ignorancia, creía estar haciendo bien al complacerle a la hija todos los caprichos. Su madre se volvió autora de este desastre al no tener límites para su hija, y confundir el amor con la alcahuetearía.
La situación llegó a tal extremo que el Servicio de Protección Infantil de los Estados Unidos tuvo que intervenir. Jessica fue retirada de su hogar e internada en una clínica para tratar la obesidad mórbida. Durante su estadía, debió someterse a una dieta estricta asistida por los médicos constantemente, así como a un programa de entrenamiento físico que le permitiría mejorar su condición de salud.
Hoy en día, Jessica ha logrado bajar al menos 100 kilogramos, y continua en la lucha por recuperar su infancia. Parte de los retos pendientes es enfrentar una cirugía para remover el exceso de piel que le ha generado la obesidad.
Pero el cambio ha sido sorprendente. Vea por usted mismo el aspecto actual de Jessica. Es sin duda hermosa:
Recuerde que amar a un hijo, es proveerle de una buena educación, y no de todos los caprichos que él desee. Los niños están aprendiendo aún qué es bueno para ellos y qué no. Usted no pude delegarles esa responsabilidad. Puede seguir estos consejos para ayudar a sus pequeños a efectuar buenas decisiones alimenticias:
- Prefiera en casa frutas y verduras, más que de harinas y carbohidratos. Tenga siempre frutas para la merienda.
- Tanto como pueda, evite tener en casa bebidas azucaradas y chucherías a mansalva. Limite su ingesta solo para ocasiones especiales, pero esporádicas.
- Limite el consumo de grasa y azúcares refinados.
Así Luce Hoy La Niña Más Gorda del Mundo Perdió 90 Kilos y Quiere Ser Modelo
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