En la neuropatía periférica, los nervios periféricos del cuerpo se ven afectados, debido a alguna lesión o enfermedad, y esto puede generar síntomas crónicos, a menudo incapacitantes, deteriorando enormemente la calidad de vida del paciente.
Los nervios periféricos se encuentran en todas las partes del cuerpo fuera del sistema nervioso central. A pesar de que los síntomas de la enfermedad empiezan en los pies y las manos, estos nervios conectan el cuerpo entero. Esto son responsables de llevar información desde el cerebro y la médula espinal al resto del cuerpo.
Síntomas de neuropatía periférica
Los síntomas pueden variar dependiendo de la región afectada, pero estos básicamente son:
- Dificultad para mover brazos y piernas;
- Dolor punzante o ardor persistente;
- Hormigueo constante que se vuelve más intenso;
- Hipersensibilidad o pérdida de sensibilidad en manos o pies;
- Caídas frecuentes;
- Problemas de digestión;
- Dificultad para controlar los músculos.
Después de unos meses, la enfermedad puede evolucionar y afectar otros nervios, como la vejiga (lo que genera incontinencia urinaria) y la respiración (lo que provoca dificultad para respirar).
Causas de la neuropatía periférica
Esta condición tiene diversas causas, por lo que el paciente debe someterse a una serie de pruebas y ser preciso al hablar con el médico sobre su historial de salud y sus hábitos de vida. Mira cuáles son las principales causas:
- Alcoholismo;
- Diabetes;
- Lupus;
- Síndrome de Sjogren;
- Artritis reumatoide;
- Vasculitis necrotizante;
- Ciertos tipos de medicamentos;
- Exposición a venenos;
- Traumatismo o presión nerviosa;
- Infecciones virales y bacterianas;
- Tumores que ejercen presión sobre los nervios;
- Deficiencia vitaminica;
- Enfermedad renal;
- Enfermedad del higado;
- Hipotiroidismo.
Tratamiento
El tratamiento de la neuropatía periférica dependerá de la causa del daño nervioso progresivo. Tratar la causa es fundamental para mejorar los síntomas y la calidad de vida.
Junto a esto, el médico puede recetar remedios para controlar el dolor, fisioterapia para recuperar el movimiento y la sensibilidad, o al menos para evitar que más zonas del cuerpo sufran estos síntomas.