Una vez más, la mano del hombre está haciendo que una especie más esté en peligro de desaparecer. En este caso es la abeja sin aguijón. Sin embargo y por suerte, un grupo de féminas emprendedoras se han unido para evitar que eso ocurra. En concreto, las mujeres indígenas mayas están salvando a las abejas sin aguijón de su extinción.
Mujeres indígenas mayas están salvando a las abejas sin aguijón de su extinción
Un proyecto de Educampo ha conseguido tres cosas positivas para una comunidad de féminas nativas mayas. Por un lado, el empoderamiento del entorno. Asimismo, la protección de los animales y, por último, la preservación de la selva maya. Todo esto ha sido vendiendo productos provenientes de la meliponicultura, es decir, la crianza de las abejas que no tienen aguijón. Un caso de esta especie es la maya endémica del sur de México.
Cabe destacar que este plan lleva en funcionamiento 10 años en el sur del país azteca. El mismo, le da la posibilidad a 200 féminas nativas mayas de trabajar. Con su mano de obra, las mujeres indígenas mayas están salvando a las abejas sin aguijón de su extinción, a la vez que se ganan la vida.
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Cómo funciona el proyecto
Según recoge el portal Lavozdeldespertar, desde Educampo han declarado que: “Ellas reciben capacitación y asistencia técnica para que aprendan a cuidar las abejas, para que incluso les den alimentación artificial cuando las plantas no son apropiadas por la temporada, y también para aprender a reproducirlas y generar todo su hábitat”.
En lo que respecta a la miel de estas abejas, les da la posibilidad de fabricar jabones, cremas, talcos y champús, y con la ayuda de cooperativas como Koolelo`ob las pueden vender en diversas localidades y otros municipios de la zona.
Una parte muy importante que hay que poner en relevancia es que, gracias a este proyecto, las mujeres están saliendo del rol de ama de casa. En las comunidades nativas como esta, es el que tienen asignado y es muy difícil cambiar la mentalidad de la colectividad. Pero estas féminas, además de ayudar a preservar de una especie endémica, están demostrando que son válidas para realizar tareas fuera de su hogar.
Los responsables de Educampo, asimismo, han manifestado que “En este programa de mujeres sí vemos una diferencia social muy fuerte, efectivamente, hay ciertos roles muy definidos en las comunidades rurales. Lo que nos comparten las chicas es que se sienten más seguras de sí mismas desde el momento en que salen de la comunidad para vender”.
Una característica que compartían todas las mujeres es que querían progresar para darles un futuro mejor a sus hijos, ya que ellas tuvieron que dejar la escuela muy pronto. La que más años estuvo logró llegar al tercero debido a los bajos recursos económicos de su familia.
Gracias al proyecto #SoyAbejaMaya , Elvira, una de las trabajadoras, ha podido costearle los estudios universitarios a su hija la mayor.
Para acabar, en el siguiente vídeo puedes ver una explicación del proyecto #SoyAbejaMaya hecha por una de las mujeres que trabaja en él.
