El número de mujeres que sufren violencia doméstica en todo el mundo es mucho mayor de lo que uno se puede imaginar, por desgracia. Por causa de la pandemia, muchas mujeres que sufrían agresiones solo cuando el marido regresaba a casa, comenzaron a sufrirlas todo el tiempo, al pasar a estar 24 horas en presencia de su agresor.
En muchos casos, las mujeres se mantienen en prisión privada con sus hijos, saliendo a penas para situaciones que el marido no puede resolver solo, como es el caso de una mujer que maltratada que entregó una nota de socorro junto con la matrícula de su hijo.
Un caso parecido tuvo lugar en Sobradinho, a 30 kilómetros de Brasilia, Brasil. Una mujer de 27 años estaba retenida en una prisión privada, junto con dos niños pequeños, por su marido. El 1 de marzo salieron juntos de casa para sacar dinero de Bolsa Família en una sucursal de Caixa Econômica. Cabe destacar que la Bolsa Família es un programa de bienestar social que hay en Brasil para ayudar económicamente a las personas con una situación financiera precaria.
Fue en ese momento que la mujer tuvo la oportunidad de pedir ayuda. Mientras ella entraba a la sucursal para retirar el dinero, el esposo la esperaba afuera. Después de retirar el dinero, agarró un bolígrafo y escribió en el ticket: “¿me puedes ayudar?”, Y dibujó una X, que es el símbolo de la campaña para combatir la violencia doméstica en Brasil.
Ella también escribió que el agresor estaba fuera de la sucursal esperándola, y anotó la dirección de su casa, pidiéndoles que insistieran si nadie respondía, ya que el marido podía fingir que no estaba en casa.
La mujer le entregó el ticket a un empleado del banco que hizo lo que tenía que hacer. Cuando dejó la sucursal, el empleado del banco intentó pedir ayuda a la 13ª Comisaría de Policía de Sobradinho y la Comisaría de Mujeres (Deam), pero todos se negaron a prestarle la ayuda.
Fue solo cuando el empleado del banco habló con el operador de la sucursal que recibió una respuesta. El telefonista llamó a un amigo que es policía militar, quien recibió toda la información del ticket y, aproximadamente media hora después, un vehículo se encontraba en la dirección que dio la víctima.
Cuando llegó la policía, el agresor no se encontraba en casa, por lo que pudieron rescatar a la mujer y a sus hijos con mayor facilidad. Los tres fueron llevados a un refugio, pero hasta el 3 de marzo, el atacante estuvo prófugo.
Esta no era la primera vez que esta víctima pidió ayuda. En 2019, esta ya pidió ayuda, pero no fue atendida. Esta vez, la ayuda llegó solo después de mucha insistencia por parte del empleado del banco que realmente luchó para hacer algo.