Ella usa un collar, da pataditas y le encanta un piscolabis… ¡Excepto que uno no está hablando de una cachorra, sino de una mujer! Esta joven descubrió que existe un mercado amplio y rentable para el fetiche, ganando hasta 50.000 reales al mes (casi 8.000 euros). ¿Adivinas quién la ayuda con las grabaciones, incluso en medio de la calle? Su novio, el cual también parece tener un gusto peculiar.
Ella trabajaba como vendedora en una óptica, pero el dinero no era suficiente. Entonces, decidió ir a un sitio web donde se producen y venden vídeos más calientes e incluso pornografía. Jenna Phillips, la cual tiene 21 años en la actualidad, comenzó con cosas más leves y fue allí donde encontró su “nicho de mercado”.
Después de que dos hombres pidieran videos de ella imitando a una cachorra, ella se dio cuenta de que podría ser una rama interesante. Y como siempre le gustó imitar a los cachorros, ya sea de niña o después de la edad adulta para su novio, decidió invertir en eso. Después de los primeros vídeos, pasó a tener más de 200.000 seguidores en sus redes.
Residente de Austin, en el conservador estado de Texas (EE. UU.), la mejor PuppyGirl, hace vídeos obedeciendo órdenes caninas, realizando “arte” o incluso pidiendo comida. La voz de fondo es la de su novio Jack, a quien no le importa darle sus sobras en pleno restaurante.
Jenna dice que le encanta hacer vídeos y cuando se quita el collar, es una persona como todas las demás. En la actualidad, vive de los vídeos que hace, cobrando una suscripción mensual de 20 dólares en su canal. ¡También puede hacer vídeos exclusivos por los que cobra hasta 1.200 dólares! En una entrevista, bromea: “Realmente amo los elogios. Me encanta escuchar “buena chica”. Siempre hace que mi corazón se derrita”. ¿Qué piensas de todo esto? ¡Deja tu opinión en los comentarios!
Fuente: Dailymail