El síndrome de Down es una afección que hace que la persona que la padezca tenga un cromosoma extra. Por suerte, cada vez son más los programas de inserción que hay en la sociedad para que las personas con esta afección estudien y trabajen. No obstante, siguen existiendo personas que no consideran que son capaces de llevar una vida normal. Este es el caso de Izabel Rodríguez. Esta mujer con síndrome de Down cría a su hija a pesar de las críticas de las personas.
Una mujer con síndrome de Down cría a su hija aunque nadie confiaba en ella
Izabel Rodríguez era la menor de 19 años. Siempre consideraban que era una mujer solitaria y que tenía amigos imaginarios. No fue hasta los 35 años cuando descubrieron que tenía síndrome de Down.
Ahora con 66 años se siente una madre orgullosa de su hija Cristina, la cual ha finalizado el grado de administración recientemente. Este es un logro tanto para Izabel como para José Ribeiro (78 años), el padre de Cristina, el cual al igual que su madre, creció en un municipio rural de Brasil, en Morrinhos. Cabe destacar que en la actualidad viven en la ciudad.
Aunque casi nadie confiaba en ella, la mujer con síndrome de Down cría su hija y en la actualidad, casi 30 años después sigue sorprendiendo a sus familiares por haberlo conseguido y por haberlo hecho tan bien.
Según recogen la BBC, Izabel cuenta que “era mi muñequita, la cuidé muy bien”. A esto Cristina añade, “siempre que me ensuciaba, corría a limpiarme. Aunque estuviese en el barro jugando con otros niños, siempre estaba limpia”.
La vida de Izabel
La vida de Izabel no fue fácil. Ella empezó a caminar y a hablar más tarde que otros chicos.”Percibían que era más lenta que los otros, pero creyeron que era nada, que solo era perezosa”, cuenta su hija.
Asimismo, ya desde su infancia tuvo problemas de comprensión, hecho que hizo que sus padres la sacaran del colegio. Con lo cual, en la actualidad, casi no sabe ni leer ni escribir.
Cuando llegó la etapa de la adolescencia las cosas tampoco mejoraron. “Durante un tiempo, mi madre trabajaba. Pero mentía diciendo que se iba al baño y en su lugar se iba al huerto a jugar con sus amigos imaginarios, no estaban seguros de que estuviese bien de la cabeza”.
Pero a sus 25 años se ennovió con su actual marido y padre de su hija, José Ribeiro. Ellos son primos segundos y vivían en localidades próximas. Después de medio año de relación, José pidió la mano de Izabel. Cristina cuenta que “algunos de mis tíos no querían que mi madre se casara porque dijeron que no estaba muy segura. Pero mi abuela lo permitió”.
La pareja siempre tuvo querer hijos y como tras 10 años de casados no conseguían tener, fueron al médico. Ahí fue cuando descubrieron que Izabel tenía síndrome de Down. El doctor les dijo que las posibilidades de que fueran padres eran escasas ya que una de las características de este síndrome es la infertilidad, pero meses después de dicha consulta, Izabel se quedó en estado.
Cuando nació Cristina, muchos familiares desconfiaron de las capacidades de Izabel para cuidar de su hija. De hecho, una tía se trasladó un mes a la casa de esta.
Pero con tesón, coraje y buen hacer, la señora demostró que el que quiere puede y que ha sido y es toda una madraza y ahora una abuela ya que Cristina ya le ha dado 2 nietos y está embarazada de otro.
Consejo final:
En la sociedad existen muchos prejuicios sobre las personas con síndrome de Down. Por la condición que tienen nunca se las debe infravalorar y se debe fomentar su desarrollo. De esta manera, se conseguirá que cada vez sean más independientes.
Conoce la historia de amor de una pareja con síndrome de Down que demuestra que el amor no tiene límites.
Para acabar no te pierdas el siguiente vídeo. Es de una cámara oculta y es muy interesante ver cómo reaccionan las personas cuando son entrevistadas por un individuo con síndrome de Down para un puesto de trabajo.