La gran mayoría de las personas cree que un cáncer terminal es una sentencia de muerte, que no hay vida después del diagnóstico, sino un sufrimiento de esperar y someterse a un tratamiento agresivo que no dará resultados. Pero Jussara del Moral decidió encarar la noticia de una manera diferente. Incluso viviendo con un cáncer que no tiene cura, asegura que el diagnóstico la ha hecho vivir los mejores momentos de su vida.
Conoce a Jussara
Puede parecer extraño que una persona que tiene una enfermedad incurable esté viviendo los mejores años de su vida. Pero para Jussara este fue el choque de la realidad que necesitaba para despertar y ser la protagonista de su propia historia. A partir de ese momento, empezó a priorizar su felicidad y bienestar, incluso siendo una mujer con un cáncer incurable.
Esta descubrió que tenía cáncer de seno en 2007, a los 42 años, y pasó por todo el tratamiento. De hecho, el cáncer de mama sí que se puede curar, y Jussara lo esperaba. Sin embargo, dos años después se propagó. Fue en 2009 cuando descubrió que tenía metástasis y que el cáncer había alcanzado a sus pulmones y posteriormente a sus huesos.
La metástasis del cáncer ocurre cuando las células cancerosas del primer tumor se diseminan por todo el cuerpo, alcanzando otros órganos y desarrollando cáncer en otras partes del cuerpo. En el caso de Jussara, el cáncer se propagó primero a los pulmones, y después a los huesos. El cáncer de mama está predispuesto a desarrollar metástasis en los huesos, pulmones e hígado.
Cuando descubrió que la enfermedad se había extendido, Jussara contó en un vídeo del canal ter.a.pia, que fue el peor momento de su vida, mucho peor que recibir la noticia de que tenía cáncer. No obstante, decidió encarar este informe de manera diferente, incluso sabiendo que algún día morirá por causa de un cáncer.
Entonces, Jussara a enfrentar la vida con una nueva actitud, viviendo cada día como si fuera el último y priorizando su felicidad, sus sueños y planes. Ella cuenta que no hay un día en el que se levante y no tenga algo que hacer únicamente para su placer y disfrute. También ha conocido 13 países desde su diagnóstico, incluso ganando el mismo salario que antes.
Para Jussara, las personas tienen que tener su momento de luto y enfado después de ser diagnosticadas el cáncer. No obstante, no hacer de su vida un victimismo. Ella considera que tiene una súper vida y es una “superviviente” y no una sobreviviente. La forma en que ha decidido enfrentar su vida es aprovechándola. Jussara dice que ha dejado de pedir una cura ya que el milagro que necesitaba ya ha ocurrido. Hoy tiene un canal de YouTube donde produce contenido para aquellos con la misma enfermedad que ella.