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Muere tras estar 5 días sin comer ni beber en un hospital

El joven estuvo en estas condiciones en un centro médico público en Reino Unido

Crédito de la imagen: BBC

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Cuando una persona entra en un hospital con un problema, tanto él como sus familiares confían en que las personas que lo van a atender sean buenos profesionales y sepan lo que están haciendo. Por desgracia, esto no siempre ocurre dando lugar a negligencias, Una es la del joven que muere tras estar 5 días sin comer ni beber en un hospital.

Un joven autista muere tras estar 5 días sin comer ni beber en un hospital

Mark Stuart tenía tan sólo 22 años cuando ingresó en en centro hospitalario público británico. Tras pasar por una agonía, murió después de 5 días en los que ni comió ni bebió nada. De aquellos hechos han pasado ya 4 años pero aún sus padres siguen batallando en busca de respuestas.

El joven era autista como su padre y muy listo. Pero les diferenciaba una cosa, Mark se fijaba muchísimo en los detalles, tanto es así que según cuenta su madre no precisaban de GPS porque él recordaba todas las carreteras. Tras su fallecimiento, Richard y Jane Stuart, sus padres, esparcieron sus cenizas en el lago de Windermere en Cumbria, al noroeste de Inglaterra, ya que era su sitio preferido.

Debido a sus problemas de autismos, a Mark le costaba relacionarse y hacer amigos, cosa que le hizo tener poca autoestima y motivo por el cual sus padres estaban un poco preocupados. Pero nada comparado con el problema digestivo que padeció a los 22 años por el que le tuvieron que ingresar. Este hizo que el desenlace fuese trágico. Y es que el joven muere tras estar 5 días sin comer ni beber.

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Al llegar al hospital, le hicieron una colostomía en el intestino para eliminar los residuos de su organismo. Esto hizo que la situación se agravase porque cada cosa que comida pasaba sin que se dirigiese. Este hecho hizo que adelgazase mucho. Aunque al principio consiguieron controlar la situación, el intestino se bloqueó y empezó a tener dolor estomacal, diarrea y vómitos.

Los 5 días en el hospital

Crédito de la imagen: BBC

Al llegar al Hospital Real de Blackburn médico un 9 de noviembre, el joven ya tenía el estómago inflamado, mucho dolor, además de náuseas. Tras hacerle unas pruebas los médicos le diagnosticaron que estaba malnutrido y que corría peligro de padecer el síndrome de realimentación.

Mark tenía mucha hambre y precisaba nutrientes, pero los médicos no le hicieron caso. Aunque le quitaron los fluidos, los dolores continuaron y el bloqueo intestinal también. A eso se le sumó que estaba casi deshidratado.

El consejo de los facultativos fue que no comiese nada. No obstante, ni siquiera le suministraron nutrientes por el sistema venoso. Además de los problemas expuestos, también vieron que tenía sepsis, es decir, una dolencia del sistema inmunológico, para la cual se le suministraron antibióticos.

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Tras 24 horas de internación, el chico no había comido ni bebido nada, con lo cual no había podido reponerse a lo perdido debido a los vómitos y diarreas que padecía. A la sed que tenía, se unía su dolor insoportable, y la pérdida de peso. Ese mismo día un médico lo visitó y le dijo a sus padres que había tres opciones para operarlo. Estos le preguntaron que qué ocurría con la falta de nutrientes de su hijo y el doctor les contestó que no estaba autorizado a ingerir nada por la obstrucción intestinal. Pasadas 48 horas, la sed y el hambre de Mark eran voraz.

Otro facultativo se acercó a verlo y propuso realizarle una colostomía, pero para sus padres era muy arriesgado teniendo en cuenta el estado de su hijo. Entonces, el médico retrasó la cirugía para el día siguiente.

Ya el jueves 11, cuando se cumplían 72 horas en las que Mark no había comido nada y  cerca de 20 sin recibir fluidos, nadie era capaz de controla la posible pérdida de líquidos. Debido a su estado, el joven tenía los labios pelados y secos.

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El chico estuvo esperando todo el día con la ropa de quirófano para que le hiciesen la colostomía, pero al final de la tarde, los médicos le comunicaron que en la cirugía iban a emplear una  férula para que el intestino estuviese abierto.

Por fin, le permitieron que tomara pequeños sorbos de de líquido tras 4 angustiosos días. Esa misma noche, el joven empezó a tener la respiración muy agitada y un dolor insoportable.

Hay que señalar que un informe independiente determinó que en el servicio de emergencias no supieron reconocer la gravedad de la situación.

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El último día de Mark

Todo indicaba que el intestino de Mark estaba roto, de ahí el pesar que tenía en la zona abdominal. Ante los dolores, una enfermera llamó dos veces a un médico, pero nadie fue a la habitación del joven. Mientras tanto, sus padres no se separaron de la cama de su hijo, el cual ya  estaba pálido y muy desmejorado.

Ante la llamada de la enfermera, vino otro facultativo, el cual recetó una dosis extra de fluidos para poder nivelar los días anteriores en los que ni comió ni bebió.

Pero Mark ya no podía casi ni respirar y su madre oyó cómo sus pulmones crujían cuando él respiraba. Una doctora comentó que el ruido se debía a los fluidos que estaba circulando por sus pulmones.

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Una investigación meses después indicó que en las últimas horas de vida de Mark este recibió muchos líquidos en poco tiempo. La cara de Mark empezó a hincharse y en un intento por salvarle la vida los médicos decidieron operarle, pero tras 2 minutos después de anestesiarlo, el joven murió.

Los padres de Mark se sienten culpables a día de hoy y siguen buscando respuestas. Este es claro ejemplo de cómo una negligencia médica puede acabar con la vida de una persona. Y no es para menos, el joven muere tras estar 5 días sin comer ni beber.

Conoce el caso de un bebé que nace en Portugal sin rostro por culpa de una negligencia médica.

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Para acabar, en el siguiente vídeo puedes ver cómo demostrar una negligencia médica.

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