Aunque no formes parte del grupo de riesgo, es esencial que mantengas el distanciamiento social. Un claro ejemplo es una madre que fue contagiada por el coronavirus y acabó falleciendo en su propia casa, sin acceso al hospital. Conoce más detalles sobre la historia para poder entender qué fue lo que pasó.
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Madre de 3 hijos muere por coronavirus
Kayla Williams, de a penas 36 años, dejó a su marido y sus 3 hijos tras fallecer a causa del coronavirus. Como ella no era parte del grupo de riesgo, no tuvo su cama asegurada para que la atendieran en un centro médico. Este es un ejemplo más de que la distancia social es fundamental para todo el mundo porque aumenta las probabilidades de que una persona sobreviva al no contagiarse.
Además de no tener camas disponibles para todas las personas que lo necesitan, en Londres, ciudad donde tuvo lugar el caso, cuentan con equipos que atienden a las personas en sus casas. Allí, se realiza un examen para ver quién será remitido o no al hospital. Por desgracia, no hay camas para todos y algunas personas, incluso en una condición grave como Kayla, dejan de ser atendidas.
Y la prioridad es para personas que tengan alguna enfermedad crónica, autoinmune, a las que le hayan realizado algún trasplante y los ancianos. Como esta madre no encajaba en ninguno de los perfiles, ella acabó muriendo junto a sus hijos pequeños. Esto es un reflejo de un sistema que está colapsado y que es incapaz de servir a todas las personas que están enfermas y que precisan atención médica.
El marido pidió ayuda
Fabian Williams, el marido de Kayla, se puso en contacto con el servicio de emergencias, dado que su mujer tenía fiebre alta, mucho dolor de estómago y tos. Igualmente, ella vomitaba mucho y tenía muchas dificultades para respirar. Por teléfono, le aconsejaron previamente que estuviera aislada en su casa. Sin embargo, la situación se agravó.
Debido al empeoramiento, Fabian volvió a llamar a las emergencias y los paramédicos llegaron por la mañana, minutos después. Pero cuando analizaron toda la situación, a ellos les obligaron a dejar a Kayla fuera del hospital. El motivo fue que ella no estaba dentro del perfil de grupos de riesgos y que en el hospital no había camas disponibles. Por lo tanto, solo podían tratar de resolverlo ellos mismos.
Al día siguiente, Fabian bañó a Kayla y la dejó descansando en el cuarto. Cuando volvió a la habitación para hablar con ella, esta ya había fallecido. Él se quedó solo, con tres hijos a los que tiene que criar, además de con el riesgo de poder estar toda la familia contagiada. Una situación mucho más común de lo que uno quisiera, pero relativamente evitable, si todo el mundo cooperase y se quedase en casa como las autoridades mandan.