Morderse las uñas es un hábito común a cualquier edad que traer severas secuelas para la salud, además de una mala estética en la manicura. Puede ser difícil dejar de hacerlo, pero a la larga es lo más beneficioso para uno mismo.
Consejos para dejar de morderse las uñas
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de disponerse a dejar esta costumbre es que la clave de todo es la fuerza de voluntad. Luego, aplicar algunos o combinar varios de los trucos que se expondrán a seguir ayudará a dejar de morderse las uñas.
Buscar hábitos sustitutorios
Es bueno identificar aquellos momentos en los que te sueles morder las uñas para evitarlos. Si por ejemplo lo haces cuando estás aburrido, un buen mecanismo es reducir los ratos muertos y mantener ocupadas las manos. En ese momento, tienes que buscar otra actividad o pasatiempo con los que sustituir la ansiedad.
Mantener las uñas cortas
Tener las uñas cortas dificulta la mordida.
Buscar mecanismos disuasorios
Lavarse las manos es necesario para asegurar que no se introducen bacterias en el organismo. Autoimponerse el lavado de manos cada vez que uno se muerda las uñas, al final, quita las ganas de hacerlo por el hecho de tener que moverse a cada rato.
Aplicar productos en las uñas
Usar esmalte y llevar las uñas pintadas es una buena estrategia para evitar morderlas, sobre todo si sabes cuidar de él para que dure más. Cabe destacar que también existen unos barnices especiales con un sabor desagradable. Una alternativa casera es frotarse las uñas con ajo o con guindilla.
Usar uñas postizas
Hay diferentes tipos de uñas postizas, como de gel o de porcelana que tapan la uña mordida y sirven de impedimento para volver a hacerlo, además de permitirte ir a la moda.
Marcarse objetivos
Si tienes esta costumbre muy arraigada, un consejo para no desanimarte y tirar la toalla a cada intento es plantearte distintas fases. Por ejemplo, dejar de morderte las uñas de una mano y luego la otra. Si aún así es demasiado, empieza con solo los dedos pulgares y avanza progresivamente.
Consecuencias de morderse las uñas
Lastima los dedos
Al morderse las uñas, se lastima el lecho ungueal, es decir, el tejido sobre el que asientan las mismas. En las situaciones más peligrosas pueden salir hemorragias subungueales lo que puede producir la pérdida de toda la uña. Por otro lado, este mal hábito causa heridas en los dedos que pueden infectarse y desembocar en un hongo o un herpes, un virus formar una verruga o una bacteria provocar pus.
Causa infecciones intestinales
Se pueden ingerir gérmenes o sustancias tóxicas que hay debajo de las uñas, lo que puede producir infecciones y favorece el contagio de parásitos intestinales.
Daña los dientes y las encías
Los dientes más afectados al morderse las uñas son los incisivos superiores e inferiores, aunque todos pierden lentamente el esmalte natural. Además, al mordisquearlas en la boca se pueden lastimar sin querer las encías al clavarse pequeños trozos en ellas. Esto puede resultar en una inflamación, sangrado de la encía y mal aliento.
Perjudica la mandíbula
La mandíbula adquiere una posición forzada al morderse las uñas que, en ocasiones, suele derivar en alteraciones en la articulación temporomandibular, lo que ocasiona ruidos al morder y dolor.
Deforma las uñas
Con el paso del tiempo, se altera la anatomía de la uña, que es cada vez más ancha y más corta.
Consejo extra:
Si tu adicción a comerte las uñas es muy fuerte y no consigues parar siguiendo los consejos anteriores, la hipnosis puede ser tu salvación. Busca a un profesional y cuéntale tu problema para que el te puede preparar una o más sesiones para que dejes atrás tu vicio.
No te desesperes si te comes las uñas ya que no eres el único. En el siguiente vídeo se explica por qué no puedes dejar de mordértelas y descubrirás que es una cuestión médica.
