¿Has pillado a tus pequeños contando pequeñas mentiras tontas? A pesar de ser necesario corregir esta actitud, no debes preocuparte. De hecho, por el bien de la verdad, es una señal de que el cerebro está funcionando como se esperaba. Al menos, eso es lo que dice un estudio sobre el tema.
Las mentiras son parte del crecimiento
Según el estudio discutido por la Universidad de Brock, en Canadá, los niños de hasta dos años pueden contar mentiras. Y, para alivio de los padres, no hay nada de malo en eso. De hecho, es parte de una etapa importante en el desarrollo de la cognición, cuando el cerebro está en pleno apogeo.
Al inventar estas historias mal dibujadas, el niño está trabajando en diferentes áreas del cerebro. Entre las diversas habilidades, existe la capacidad de memorizar y crear conexiones entre la realidad y la fantasía. Esto conduce a un aumento en las conexiones neuronales, trayendo mejores resultados, como se observó en el estudio.
Entre los 65 niños encuestados, los cuales tenían entre 2 y 3 años de edad, algunos dijeron que no espiaban el juguete escondido (después de haberlo hecho). Y en relación a estos mismos niños que se desempeñaron mejor en “tareas que miden su ‘funcionamiento ejecutivo’, un término genérico que se refiere a los procesos mentales involucrados en la planificación, resolución de problemas, organización, recordar detalles y otras funciones cognitivas”.
En otras palabras, cuando estos trabajan para poder contar las pequeñas mentiras, ciertamente están ayudando al cerebro a desarrollarse. ¿Pero es esto malo para su formación? Por supuesto, uno no debería simplemente ignorar o reforzar la mentira, sino que hay formas más interesantes de lidiar en vez de pelear.
Qué hacer
Hablar alto, castigarlo y a otras acciones similares puede no tener el efecto deseado. De hecho, incluso pueden generar una mayor capacidad de mentir, para evitar la pelea de hecho. Entonces, mira qué se puede hacer con los niños en los primeros años de vida, para redirigir esa energía.
Fomentar la creatividad
Si has visto o estás seguro, es importante dejar muy claro que sabes que esta es una historia en su cabeza y que el hecho fue diferente de lo que está imaginando. Esta es la palabra clave para no crear un concepto negativo sobre el proceso.
Con el tiempo, podrán diferenciar lo que ocurre en las conexiones de pensamientos y realidad. Por supuesto, es esencial estimular la creatividad, como una forma de escapar de esa imaginación. ¡Capricho de fantasías, historias y aventuras!
Enseñar lo correcto
Si el niño te dijo una mentira, no sigas peleando y diciendo que está equivocado. En vez de eso, ¡no concuerdes y déjalo como está! Esto solo lo confundirá e incentivará. Nuevamente, dile que la historia te pareció fascinante y te gustó ese detalle, muy creativo. Sin embargo, muéstrale que las cosas sucedieron de esa manera y que siempre debe contar las cosas tal como fueron y no como las creó la imaginación.
Da ejemplo
Los niños no son tontos, así que lo mejor que puedes hacer para evitar mentir es decir la verdad. Si eres la primera persona en decir mentiras, es difícil pedir una actitud diferente después. Por ejemplo: si no te comes todo, el hombre del saco se lo llevará. Y el niño no come y no pasa nada. O bien: si no dejas de hacer eso, mamá / papá no te darán eso. Y adivina qué, acabáis dándoselo de todos modos. Por eso, si deseas que tu hijo evite mentir, debes dar ejemplo.