Max es un hermoso gato que ama deambular y hacer amigos el gato, pero este aventurero peludo pronto convertirá su camino en algo más que eso.
Max vive con Connie Lipton y su esposo, directamente al otro lado de la calle del Macalester College en Minnesota. Después de adoptarlo en un refugio el año pasado, su familia pensó que estaría bien dejarlo explorar el exterior durante el día y efectivamente, eso lo dejaban hacer siempre.
El gatito quedó fascinado con el campus de la universidad, lo encontró como un lugar perfecto, cálido y acogedor. A partir de las primeras visitas. poco a poco fue frecuentando más el campus de la universidad, donde fue creando nuevas amistades. Pasaba algunas horas allí pero siempre volvía a casa.
Los estudiantes de Macalester también estaban encantados con la presencia y la compañía de Max, más bien querían quedarse más tiempo con él.
“Está en su elemento cuando está con ellos”, afirmó Lipton. “Y pensamos que es porque muchos de los estudiantes han dejado a sus mascotas en casa para mudarse a la universidad, Max llena el vacío de alguna manera. Él parece hacerlos felices “.
Pasar tiempo con los estudiantes en el patio entre clases era bastante agradable, pero Max aparentaba desear aún más. En poco tiempo, Max comenzó a invadir algunos edificios de la universidad, llegando incluso a interrumpir clases. El tiempo de estudio de muchos estudiantes a menudo fue interrumpido por Max.
Pocas personas tenían problemas con Max, pero a pesar de ello, por le propio bien de Max las autoridades estudiantiles de la universidad decidieron regular las visitas de Max, sobretodo reducir sus visitas a la biblioteca. Estaban preocupados, ya que pronto darían inicio las vacaciones de invierno y temían que pudiese quedarse encerrado, además, hay un nuevo proyecto de construcción en la universidad que pone la integridad de Max en riesgo.
Al enterarse de la decisión, otro grupo de estudiantes decidió colocar un letrero en la puerta de la biblioteca, alertando a los demás que Max había sido castigado.
En poco tiempo, la noticia de la política “no-Max” se hizo viral, ganando mucha simpatía, e incluso un fan art, de los admiradores de Max. Parece que la mayoría de la gente se puso del lado de Max en este caso.
A pesar de la protesta pública, la familia de Max ha decidido que de ahora en adelante el gato se dedique a pasar sus días exclusivamente en el interior del hogar. “Max está muy descontento por no poder caminar con libertad y tener que estar castigado en la casa”, dijo Lipton. “Llora por no poder salir, pero estamos entrenándolo para que utilice una correa”.
“Si todo sale bien, en pocos días Max estará de vuelta al campus de la universidad, sólo que esta vez lo llevaré con su correa”, extraña a sus amigos, extraña el ambiente. “También estoy pensando entrenarlo como gato de terapia con grupos de adultos jóvenes”, afirma Lipton.
Es lo mejor que se le puede ocurrir a su dueño, Max definitivamente tiene una personalidad dulce y encantadora que ha logrado hechizar a todo el que lo conoce.
¡Comparta esta historia y permita que todos conozcan al gran Max!