Ser madre es una experiencia muy particular. Por mucho que una mujer reciba consejos y busque orientación en la educación de sus hijos, algunas características de su forma de ser una madre saldrán a la luz de forma instintiva. El problema es que pueden ser actitudes tóxicas, aunque estén llenas de buenas intenciones. Conoce estos ejemplos y reconsidera tus actitudes como madre si está haciendo alguno de estos.
1. Vigilar todo lo que tu hijo está haciendo
Vigilar a los niños es muy importante, especialmente a los más pequeños que no son conscientes del peligro. Pero aquí el problema es que tu hijo se dé cuenta de que estás vigilando todo lo que hace, como si no confiaras en que es capaz de hacer muchas cosas por sí solo.
Es necesario fomentar la autoconfianza en los niños para que desarrollen independencia y se sientan animados. Para ello, tu hijo debe recibir la orientación necesaria y saber que confías en él para que haga las cosas para las que ya tiene edad y es capaz de realizar.
2. Hacer cosas por tu hijo
Esta es una situación similar a la anterior. Algunas madres, además de estar siempre vigilando a sus hijos, repitiendo todo el tiempo lo que deben o no deben hacer, prefieren no dejar que asuman responsabilidades. Algunas hacen esto porque no quieren que el niño se porte mal y le den un trabajo extra, otras porque son sobreprotectores. En cualquier caso, es un comportamiento tóxico.
El niño que no tiene la oportunidad de experimentar, intentar y fallar, entrenar cosas nuevas y decidir cosas sencillas, como lo que quiere ponerse o comer, sufrir de un menor desarrollo de sus habilidades psicomotoras, raciocinio lógico e inteligencia emocional.
3. Dar a entender que la maternidad es una carga
Hoy en día es gracioso ver a los cómicos imitando a las madres de antaño diciendo “yo hago de todo en esta casa”, “nadie me valora”, “me voy y es culpa tuya”. Pero la verdad es que decir todo el tiempo, frente a tu hijo, que ser madre es un sacrificio, que el hijo da mucho trabajo y que dejas de hacer las cosas por ti misma porque tienes que hacerlo por él, es un comportamiento tóxico de tu parte.
4. Planear el futuro de tu hijo – ignorando lo que él quiere
Llevar a tu hijo a una buena escuela, darle las condiciones para que descubra sus habilidades y hable sobre lo que puede ser cuando sea mayor es genial. Pero no hay nada positivo en querer determinar que tu hijo es tal cosa, similar a esa persona, para escoger tal profesión. Esa decisión es solo suya, sin importar su opinión o lo que quiera. Los padres crían a sus hijos para la vida, no para satisfacer lo que no pudieron ser en el pasado.
5. Chantaje emocional
Hacer que tu hijo se sienta culpable por una decisión que tomó o decirle que si toma tal decisión te dejará muy triste, pero que la decisión es suya, son actitudes emocionales de chantaje. Siempre que lo pones en una tesitura en la que tiene que elegir entre su amor / felicidad y lo que quiere hacer, estás actuando de forma tóxica. Es más, en realidad estás distorsionando la visión de las emociones de tu hijo, lo que dificulta su expresión y desarrollo.