Las relaciones entre pareja nunca son fáciles y con niños las cosas pueden complicarse aún más. Sin embargo, que 46% de las mujeres inquiridas en una encuesta del canal estadounidense Today contestaron que sus maridos son más estresantes que los hijos, respuesta alarmante para muchos hombres.
Los maridos son más estresantes que los hijos
Desde luego, las relaciones entre pareja no son fáciles. Incluso si todavía no hay niños por el medio, es complicado para dos adultos encontrar un punto de equilibrio.
Cada persona tiene su propia personalidad, forma de pensar, gustos, necesidades y expectativas. El amor ayuda a la pareja a encontrar la paciencia para trabajar la dinámica entre los dos, pero no soluciona la discrepancia o la vuelve insignificante.
Las expectativas tienen un papel tan grande entre la pareja que un estudio del canal Today ha revelado que los maridos son más estresantes que los hijos. ¿Pero qué relación hay entre estos dos factores?
Cuestión de expectativas
Uno puede pensar que es toda una cuestión de amor de madre, ese cariño especial que todo lo perdona. Sin embargo, de acuerdo con este estudio la principal razón por la cual los maridos son más estresantes que los hijos está en las expectativas.
Las mamás esperan que los niños no entiendan responsabilidades y prefieran jugar a ayudarlas a limpiar la casa, por ejemplo. También esperan una u otra discusión. En ambos casos, el hecho de que sean actitudes esperadas les resta importancia. Además, las mamás tienen siempre la posibilidad de controlar los niños con solo reñirles o mandarlos para su habitación.
Ya con sus maridos el caso es bastante diferente porque están tratando con un adulto. Ellas esperan que él entienda su carga de trabajo, que las apoye en las cosas de la casa, en la educación de los niños. Sin embargo, 46% de las mujeres inquiridas ha confesado que sus maridos son más estresantes que los hijos.
Según ellas, además que no entendieren las expectativas de sus mujeres, sus preocupaciones por el bienestar de los niños parecen ser diferentes y esperan que sus mujeres estén pendientes de ellos.
¿Qué opinan los maridos?
Lo más interesante es que Today hizo un estudio paralelo a este para saber la opinión de los maridos. De notar que no les pidieron que se defendieran, sino que fueron confrontados con cuestiones sencillas sobre cómo ven su dinámica familiar, si hay algo que no les gusta y eran cuáles sus expectativas.
Los resultados son como mínimo curiosos. Un 50% de los 1500 padres inquiridos ha declarado que en su familia las tareas domésticas están divididas equitativamente. Sin embargo, 75% de las mujeres cree justo lo contrario.
Otro dato curioso es que los padres sienten que son un personaje secundario en su familia. Sienten que trabajan y apoyan a sus hijos tanto como las madres, pero nadie les da una palabra de apoyo o les agradece su esfuerzo. Afirman sentirse desvalorados en vez de preciados por su esfuerzo, además aseguran que sus mujeres les riñen y discuten con ellos.
¿De quién es la culpa?
En este caso la culpa es claramente de los dos por falta de comunicación.
Las mujeres tienen argumentos sólidos y válidos para sentir que sus maridos son más estresantes que sus hijos. Basta pensar que en los días de hoy y después de haber evolucionado tanto, la sociedad todavía espera que sea la mujer a prescindir de su independencia y tiempo para cuidar sus niños. Sin embargo, los hombres tampoco están satisfechos.
Los resultados demuestran que existe una discrepancia de expectativas. Ellas creen que ellos no hacen lo suficiente y demandan demasiado. Ellos creen que hacen muchísimo y no son valorados. La culpa es, por lo tanto, de los dos, porque ambos están fallando como pareja.
Les está faltando una comunicación clara, para que cada uno entienda los puntos de vista y expectativas del otro. Solo con entender bien a tu pareja, se puede buscar un punto de equilibrio donde ambos y consecuentemente las familias quedan satisfechas y felices.
Te invitamos ahora a ver el análisis que hace Alexandra Febles, una psicóloga clínica especialista en terapia infantil y acompañamiento familiar, sobre este tema y las sugerencias que deja para resolverlo: