Posiblemente hayas oído hablar del libro titulado Ana Frank: el diario de una joven. Pero se habla poco de su hermana, Margot Frank, que también vivió escondida durante la Segunda Guerra Mundial.
La razón por la que una hermana se hizo más famosa que la otra fue que el diario de Margot Frank se perdió, mientras que el de Ana fue encontrado y conservado para la posteridad.
Quienes conservaron el diario de Ana fueron Miep Gies y Bep Voskuijl, dos de las mujeres que ayudaron a ocultar a la familia de las niñas en su casa de Holanda.
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La vida de Ana y Margot Frank antes de la guerra
Margot Betti Frank nació en Fráncfort (Alemania) el 16 de febrero de 1926, hija de Edith Frank-Holländer y Otto Frank. Se convirtió en hermana mayor cuando Ana nació tres años más tarde, el 12 de junio de 1929.
En aquella época, los Frank tenían una buena vida y vivían en un lugar donde se aceptaban religiones de todo tipo, y su práctica del judaísmo no era infrecuente.
Pero, toda la paz de esta y muchas otras familias judías empezó a desmoronarse en 1932, cuando una nueva fuerza paramilitar alemana desfiló por la ciudad cantando a voz en grito sobre la eliminación de los judíos como solución a los problemas del país.
El infierno se desató para los Frank
La familia Frank entró en estado de alerta. Necesitaban salir de Alemania para evitar ser perseguidos. Mientras tanto, las cosas empeoraban.
A principios del año siguiente, Margot Frank, que ya estaba escolarizada, tuvo que abandonar sus estudios cuando el nuevo canciller decretó que los niños judíos ya no podían estudiar.
Así que, ante esta absurda situación, en el verano de 1933 la familia de Ana y Margot Frank decidió trasladarse a Holanda.
A pesar de la guerra, los Frank siguieron viviendo su vida con normalidad hasta 1940, cuando Holanda fue invadida por soldados alemanes en busca de más crueldad.
A partir de entonces, los judíos quedaron atrapados, impedidos de llevar una vida normal en sociedad. Los niños sólo podían asistir a escuelas judías y no podían unirse a clubes ni ir al cine junto con personas de otras religiones.
En el diario de su hermana menor se mencionaba a veces a Margot Frank, siempre con elogios. “Margot no necesita educación, ya que es buena por naturaleza, amable e inteligente, la perfección en sí misma”.
La situación aún podía ponerse más difícil para los Frank, y así fue. El 5 de julio de 1942, Margot Frank recibió una carta citándola para que se presentara en un campo de trabajo en Alemania.
Esto llevó a la familia Frank a esconderse junto con otros cuatro refugiados judíos. Permanecieron escondidos durante dos años en un anexo secreto del edificio de la empresa de Otto en Ámsterdam.
Para no ser descubiertos, los Frank tuvieron que seguir normas muy estrictas, que incluían guardar absoluto silencio durante las horas de trabajo para no ser escuchados por los trabajadores del lugar donde se escondían.
Pero Margot Frank siempre se interesó por sus estudios y, aun en la clandestinidad y sin condiciones adecuadas, estudió con ahínco. Ana contó en su diario lo que hacía su hermana, y es asombroso.
“Inglés, francés, latín por correspondencia, taquigrafía inglesa, taquigrafía alemana, taquigrafía neerlandesa, mecánica, trigonometría, geometría del suelo, física, química, álgebra, geometría, literatura inglesa, literatura francesa, literatura alemana, literatura neerlandesa, contabilidad, geografía, historia moderna, biología, economía” ¡y mucho más!
A pesar de sus esfuerzos, Frank fue descubierto
El 4 de agosto de 1944, el escondite fue descubierto porque alguien les traicionó. La policía asaltó el anexo y se llevó a todos a su cuartel general, donde pasaron tres días en prisión.
El 8 de agosto, todos fueron trasladados al campo de tránsito de Westerbork, y luego la familia fue separada, y Ana, Margot y su madre, llevadas a realizar trabajos forzados en el campo de concentración más famoso: Auschwitz-Birkenau.
Del 31 de octubre al 1 de noviembre, las dos hermanas fueron trasladadas al campo de concentración de Bergen-Belsen, un lugar ya invadido por las enfermedades, por lo que pocos días después contrajeron el tifus maculoso.
En febrero de 1945, Margot Frank murió, seguida de su hermana unos días después. Fueron enterradas juntas en una de las fosas comunes del campo, sólo unos meses antes de que Bergen-Belsen fuera liberado por las tropas británicas.
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