La albahaca es una hierba maravillosa para incluir en tus recetas. Es más, deja un buen aroma en la cocina y un visual más bonito porque es una planta de hojas ovaladas, brillante y suave. En conclusión, es linda de ver. Entonces, si quieres tener este placer en tu hogar, mira cómo cuidar y mantener viva tu maceta de albahaca durante bastante tiempo.
Divide la plántula que compraste
Si compras una maceta de albahaca en el supermercado, la maceta, generalmente, suele estar muy llena, por lo que hay poco espacio para que la planta evolucione. Entonces, retira toda la albahaca de la tierra, manteniendo las raíces, y separa en tres o cuatro partes, replantando en macetas diferentes y un poco más grandes. Si lo prefieres, puedes replantar en una maceta grande.
Escoge una buena tierra
Para que la planta se permanezca saludable, en la hora de la replantación, escoge una tierra rica en materia orgánica, preferiblemente mezclado con un poco de estiércol de ganado curtido o humus de lombriz, que se encuentran entre los mejores fertilizantes naturales.
Dale bastante claridad a la planta
La albahaca debe estar en un lugar bien iluminado. Si vas a mantenerla en interiores, en la cocina, elige una ventana que sea soleada y luminosa durante todo el día.
Mantén la tierra siempre húmeda
Tan pronto como notes que la tierra de albahaca se seca en la superficie, puedes regarla. No es necesario agregar agua en exceso. Tan pronto como el agua comience a salir desde abajo, a través de los orificios de la maceta, puede parar. Realiza estos riegos en un horario con el sol muy débil, al principio o al final del día.
Alimenta la planta
Para mantenerse viva, fuerte y saludable, la albahaca también necesita alimento. Escoge un fertilizante líquido para plantas con follaje y dáselo a la planta que hace la mezcla según las recomendaciones del empaque. Si la maceta está en el interior, puedes fertilizarla una o dos veces al mes. Si está fuera, podría ser cada seis semanas.
Cómo hacer la cosecha
Hasta puedes quitar las hojas de albahaca cuando las vayas a usar en tus recetas. Pero lo mejor es utilizar una tijera de podar y cortar las ramas enteras, en la base, porque crecerán más cogollos y tu planta continuará el ciclo.
Eliminando plagas
Una de las plagas más comunes de la albahaca es la mosca minera, que deja en las hojas una mancha que parece un huevo frito, pero con el centro negro. Ella pone huevos en las hojas, y después se convierten en orugas que se alimentan de toda la planta.
Cuando notes algún signo de plaga, retire todas las hojas comprometidas y tíralas lejos de la planta. Si la albahaca está en flor, corta también todas las ramas en flor, en la base donde comienzan. Luego, compra aceite de neem y rocía toda la planta una vez a la semana durante cuatro semanas. Retira las hojas afectadas hasta que la planta comience a recuperarse.
