En la localidad de Fair Grove, Missouri, una mujer decidió hacer públicas sus ideas sobre el aborto de una forma controversial. Sharran Shuterland utilizó Facebook y su propia experiencia personal para manifestar su desacuerdo con la interrupción voluntaria del embarazo. Una mamá comparte fotos de su feto abortado de 14 semanas para disuadir a otras mujeres de abortar. Aquí la historia.
Una mamá comparte fotos de su feto abortado de 14 semanas
Los Shuterland son una familia grande de un pueblo pequeño en el centro de Estados Unidos. La madre tiene 40 años y se llama Sharran. El padre, de 35, se llama Michael. A pesar de ser relativamente jóvenes, los Shuterland tienen ya 11 hijos. Un equipo de fútbol completo. Deberían ser 12, pero el pequeño Miran murió cuando tenía apenas 14 semanas.
Cuando el corazón de Miran dejó de latir, los médicos recomendaron que Sharran se practicara un legrado. Esta intervención consiste en la limpieza y curetaje del útero luego de un aborto espontáneo. Sharran se negó, alegando que no quería despedazar a su hijo. Se le indujo entonces el parto natural y los Shuterland regresaron a casa con su hijo muerto de 14 semanas en un recipiente.
Acordaron enterrarlo en una maceta con flores, pero era demasiado pronto. Sharran necesitaba tiempo para organizar el velorio y procesar la experiencia del aborto. Para retrasar la descomposición del cuerpo, metió al feto en una solución salina que refrigeró luego en la nevera. Ahí estuvo casi una semana, tiempo suficiente para que Sharran lo fotografiara, tomara sus huellas dactilares y tuviera una especie de duelo.
Las redes sociales como tribuna
Pasar tiempo con su feto de 14 semanas le permitió a Sharran, una cristiana devota, reflexionar sobre el aborto. Organizó sus ideas y el 12 de octubre, fecha en la que hubiera nacido Miran, las publicó en Facebook. Ese día Sharran compartió fotos de su hijo y un texto en el que cuestiona la interrupción voluntaria del embarazo. Así fue, entonces, como la historia “Mamá comparte fotos de su feto abortado de 14 semanas” se hizo pública.
Desde la tribuna que son las redes sociales, Sharran expuso su parecer: “Me asombró lo maravillosamente bien formado que estaba. Los dedos de sus pies, de sus manos. Sus uñas, lengua, orejas, pupilas, ¡todo! Él era un bebé, un bebé muy pequeño. Tenía todo lo que tú y yo tenemos pero necesitaba madurar. No era una masa de tejido, no era solo un feto, era un ser humano cuya vida se cortó demasiado pronto”.
Continúa Sharran Sutherland: “¿Cómo puede negarse la humanidad de mi hijo y la de otros bebés tan jóvenes como él, y matarlos de una manera tan horrible? Espero que al compartir estas imágenes de mi precioso hijo, logre que alguien que esté contemplando el aborto, decida dejar vivir al niño”. Una mamá comparte fotos de su feto abortado de 14 semanas y alimenta el debate en las redes sociales.
La controversia en torno al aborto
El llamado aborto inducido, o interrupción voluntaria del embarazo, es objeto de un acalorado debate en muchas regiones del mundo. Para algunos representa una práctica inmoral equivalente al asesinato. Para otros, una elección personal que debería considerarse derecho de la mujer y estar completamente despenalizada.
No sorprende la vehemencia con la que las partes defienden sus puntos de vista. Pocos temas como el aborto ponen en evidencia las enormes grietas que segmentan a las sociedades. Pero estas fisuras son también una manifestación de la diversidad, del permanente acomodo de las diferencias políticas, religiosas y culturales.
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