Cuando una persona está cabreada todo el tiempo, está demostrando que no sabe controlar sus emociones. Este comportamiento puede repercutir de manera negativa en aquellas personas que lo rodean. Si esta se da en un papá, el efecto que tiene sobre sus descendientes puede ser nefasto. Tanto es así que el malhumor de un padre perjudica el desarrollo intelectual de sus hijos.
Cabe destacar que si la que tiene esta conducta es la madre, el desarrollo cognitivo y las emociones de los niños también se ven afectadas. No obstante, por lo general, son más los varones lo que suelen actuar de esta manera. Ya si son ambos progenitores los que siempre están enojadas, las consecuencias son aún peores.
¿Por qué el malhumor de un padre perjudica el desarrollo intelectual de sus hijos?
Los chillidos o gritos, dado que conllevan una violencia intrínseca, tienen un efecto muy fuerte sobre los pequeños, haciendo que sus niveles de ansiedad aumenten. A eso hay que añadirle que ver a su papá enojado todo el día genera en los pequeños un sentimiento de culpa. Esto se traduce en que los nenes pueden llegar a pensar que son responsables del enfado del adulto, y en realidad lo que sucede es que el mayor no sabe controlar sus emociones.
Cuando un progenitor está todo el día con ira, a medida que va pasando el tiempo, sus hijos empiezan a tener problemas de estrés, inseguridad y angustia. Es por ello que el malhumor de un padre perjudica el desarrollo intelectual de sus hijos. Para ser más concreto, la hostilidad del adulto puede ocasionar problemas en la evolución cognitiva, lingüística, emocional y en las habilidades de socializarse de los pequeños.
Se debe tener presente que la congoja, angustia o ansiedad no son condiciones que faciliten el aprendizaje. Es más, lo dificultarán, dado que a los niños les será mucho más complicado concentrarse y prestar atención.
Adolescentes fracasados
Cuando el progenitor es gruñón e irascible, inconscientemente, le está mandando mensajes agresivos y de miedo a sus hijos. Es por eso que no es de extrañar que en la adolescencia y/o en la etapa de adultos se den casos de fracasos, así como personas que son adictas a algún tipo de sustancia dañina para el organismo. Este tipo de individuos, en realidad, son como almas que están martirizadas y que andan por la vida sin esperanza.
Por otro lado, también es importante tener en cuenta que cuando un niño convive con alguien que carece de inteligencia emocional, ellos acaban por no saber controlar sus emociones. Debido a esto, es común que tengan conflictos en el colegio, que se convierta en una persona descontrolada como su progenitor y que tenga reacciones fuera de lugar cuando alguien le pide algo.
Todos estos factores harán que su rendimiento escolar sea inferior y, por lo tanto, las chances de que fracase aumentan considerablemente.
Al contrario, cuando se tiene un papá positivo, el cual se involucra en la educación de sus hijos, les infunde confianza y les da apoyo moral, esto hace que los niños crezcan desarrollando confianza en sí mismos. Dicha seguridad y estabilidad hace que sus habilidades sociales sean mejores y superiores, así como sus rendimientos académicos. Para este tipo de criaturas, el aprendizaje es como una interesante aventura y las metas son retos que aceptan con empeño.
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Para finalizar, puedes ver en el siguiente vídeo un análisis sobre los hijos de padres tóxicos.
