El lumbago o dolor lumbar es un dolor que ataca la zona baja de la espalda y puede extenderse hasta las caderas y los glúteos.
La zona afectada suele conocerse con el nombre de región lumbar. Se encuentra debajo de la caja torácica y encima de la región sacra justo donde se une la columna con la cuenca. En esa zona existen más nervios, lo que la hace más propensa a sufrir dolores en vista de la importancia que tiene para soportar el peso del cuerpo y coordinar los movimientos principales.
Lumbago: ¿cuáles son sus condiciones y cómo tratarlo?
El lumbago no se trata exactamente de una enfermedad pero sí es un problema bastante común que genera mucho malestar y puede agravarse. Veamos algunos aspectos importantes:
Causas del lumbago y factores de riesgo
En general, las personas más afectadas por el lumbago suelen ser los atletas, las personas que practican actividades físicas pesadas y las personas con problemas en el sistema inmunológico, pero esto no excluye que cualquiera pueda tener alguna vez lumbago. Las causas más comunes del dolor lumbar suelen ser las siguientes:
- Mala postura para sentarse, pararse o cargar peso;
- Actividades que sobrecargan la columna;
- Hernia discal;
- Inflamaciones de los nervios;
- Espondilitis anquilosante;
- Degeneración de los discos de la columna;
- Factores emocionales.
Tipos de lumbago
- Lumbago agudo: Está relacionado con la práctica de alguna actividad en concreto que afecta la región lumbar, de manera que aparece en cualquier persona de cualquier edad, especialmente jóvenes. Puede extenderse hasta unas 6 semanas.
- Lumbago crónico: Este suele durar un promedio de 12 semanas o más, y afecta sobre todo a personas mayores de 35 años como consecuencia de la inflamación de algún nervio.
Síntomas del lumbago
- Dolor en la zona lumbar;
- Entumecimiento u hormigueo en los glúteos, muslos y pies;
- Agudizamiento del dolor lumbar al levantarse después de haber permanecido mucho tiempo sentado o acostado;
- Cambios en el patrón del dolor según la posición;
- Reducción de la movilidad;
- Contracciones musculares,
- En casos crónicos, puede causar problemas para dormir, depresión y ansiedad.
Diagnóstico
Si los síntomas no desaparecen luego de 72 horas, usted debe asistir al médico especialista, quien solo necesitará de un examen físico y una entrevista con el paciente para determinar si existe o no el problema. No obstante, es posible que pueda indicarle algún examen específico, como radiografías.
Asistir a un médico se hace más urgente si además usted tiene fiebre, dolor al toser u orinar, debilidad en las piernas, pérdida del control sobre los esfínteres, dolor intenso tras alguna lesión y dolor abdominal prolongado.
Cura y tratamiento
El lumbago tiene cura y suele ser simple tratarlo. El médico deberá determinar la causa e indicar un tratamiento adecuado con base en medicamentos alopáticos como analgésicos, relajantes musculares y desinflamatorios. Si fuera el caso, puede indicarle que asista a un fisioterapeuta.
En casos extremos puede ser necesaria una intervención quirúrgica, pero solo el médico lo determinará después de llevar un proceso previo.
Tratamientos alternativos y caseros
El dolor lumbar puede tratarse de diversas formas alternativas, para no tener que acudir a los medicamentos, excepto que sea necesario. Estos tratamientos alternativos pueden incluir: ejercicios de estiramiento, fisioterapia, acupuntura, masajes terapéuticos y quiropraxia.
Además, usted puede acudir a tratamientos caseros, por ejemplo, acuéstese, ponga una almohada entre la superficie sobre la que está acostado y el abdomen y aplique una bolsa de agua caliente sobre la zona afectada por 20 minutos.
Consejos finales
Si usted sufre de lumbago tiene más de una opción para curarse. Pero puede ayudarse aún más si toma en cuenta las siguientes recomendaciones para la prevención de este problema:
- Sea cuidadoso con la postura corporal;
- No haga demasiado esfuerzo físico;
- Mantenga una alimentación balanceada y practique ejercicio acorde a su edad y estado de salud;
- No se curve;
- Al agacharse, no incline la columna. En su lugar, flexione las rodillas.
Recuerde ningún consejo sustituye la opinión medica. Si quiere saber más, le recomendamos que consulte el siguiente vídeo: