Pocas personas se resisten a un abrazo o un beso. Este tipo de muestras de cariño se han vuelto más importantes que nunca en estos tiempos de pandemia en los que el contacto físico es muy reducido para prevenir el contagio por coronavirus. Es por eso que son tantas las personas que manifiestan las faltas de afecto. Pero no solo para los adultos son importantes. Debes saber que los abrazos son el alimento emocional de los niños.
¿Por qué los abrazos son el alimento emocional de los niños?
Un beso, un abrazo, una caricia, así como otras muestras de amor son cosas sencillas y gratuitas que aportan muchos beneficios, tanto a la persona que las tiene como a la que las recibe. Tanto es así que, por ejemplo, los abrazos son el alimento emocional de los niños pequeños.
Este simple gesto incluso aporta más beneficios que diversas terapias. Debes tener en cuenta que, por un lado, los pequeños se sienten protegidos, queridos, reconfortados y también comprendidos.
Por otra parte, se establece una unión o vínculo más próximo con la otra persona, además de aceptación. Dicha unión es aún más fuerte cuando el abrazo se le da a un pequeño.
Y es que, al ser seres emocionales, las personas precisan del contacto físico, ya que este es primordial para su crecimiento. Asimismo, es una manera de comunicarse y de expresar sin hablar lo que se siente o cuánto se quiere al otro.
Beneficios de los abrazos para los niños
Los abrazos son muy buenos para los más pequeños de la casa, y no solo desde el punto de vista afectivo. Estos reportan varios beneficios a la salud, en general.
Refuerza el sistema inmunológico
Un abrazo es tan bueno que puede activar o reforzar el sistema inmunológico. Al mismo tiempo, incrementa la producción de glóbulos blancos, los cuales tienen la función de combatir los agentes infecciosos como es el caso de las bacterias y los virus.
Protección y seguridad
Un abrazo tiene el poder de hacer que el pequeño se sienta más seguro de sí mismo y también a que tenga más confianza en su persona. Esto es porque cuando a alguien lo abrazan, el organismo de dicha persona libera oxitocina, es decir, la hormona que se conoce como la “del amor”. Luego, esta mejora la sensación del bienestar.
Estimula la autoestima
Dado que un abrazo es sinónimo de “me importas” o “te quiero”, este refuerza los sentimientos y estimula la autoestima.
Mejora la salud mental
Aquellos niños que reciben abrazos de manera habitual, serán personas más sanas, en términos emocionales, cuando crezcan. También tendrán más habilidades para actuar de forma asertiva ante los conflictos y no dependerán de otros para afirmar sus decisiones y soluciones.
Críos más felices
Dado que este gesto de amor tiene la capacidad de activar o estimular las endorfinas, sustancias responsables de incrementar la sensación de plenitud y alegría, consecuentemente se produce una disminución de la tristeza y de la ansiedad.
Por lo tanto, un abrazo genera comprensión, apoyo, felicidad y reconforto en un niño.
Disminuye en estrés
Por medio del contacto físico, el organismo genera una reducción de cortisol. El resultado de esto es una disminución del estrés.
Ayuda a la unión familiar
Para finalizar, es importante destacar en esta lista de que los abrazos son el alimento emocional de los niños y que también ayudan a fortalecer el vínculo familiar. Este gesto de cariño propicia que el apego familiar sea mayor y que el vinculo entre hijos y padres crezca.
Es más, aquellos pequeños que crecen en un ambiente donde las muestras de afecto son constantes, en el momento en el que forme una familia tenderán a seguir dicho patrón.
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Para finalizar, puedes conocer en el siguiente vídeo cuál es el poder de las caricias.
