Imagina que flexionas la espalda y tocas con tus manos los dedos de tus pies. Imagina que lo haces con suavidad, sin esfuerzo, que no estás a punto de paralizarte o partirte en tres pedazos. Imagina que sonríes. Pues bien, aquí te explicamos lo que necesitas saber para cuidar tu columna vertebral y disfrutar de una mayor libertad de movimiento.
Entre los problemas de la columna vertebral son frecuentes los que tienen que ver con deformaciones, que con el tiempo y los malos hábitos de postura pueden traer toda suerte de consecuencias negativas para la salud. De estas deformaciones las asociadas a la lordosis son quizá las más dolorosas. Pero aclaremos los términos antes de continuar.
El pilar del cuerpo
La columna vertebral o espina dorsal es el centro de nuestro esqueleto. En ella confluyen la pelvis, el tórax, el cráneo y los huesos que terminan por formar brazos y piernas. Este pilar, que sostiene al cuerpo y le otorga flexibilidad, está compuesto por 33 huesos en forma de disco llamados vértebras. Dependiendo de su localización a lo largo de la espalda, las vértebras pueden pertenecer a la región cervical, torácica o dorsal y lumbar, según se ubiquen en la parte superior, central o inferior de la columna vertebral.La región sacra y el coxis constituyen la base y el extremo de la espina dorsal.
Esta estructura a la vez rígida y flexible está diseñada a partir de 4 curvas, dos interiores y dos exteriores. Las curvaturas interiores a nivel cervical y lumbar son llamadas lordosis, las exteriores en las regiones torácica y sacra se denominan cifosis. De una buena correlación entre estas curvas depende que podamos soportar eficientemente el peso de nuestro cuerpo.
La lordosis y sus desviaciones
El desvió aparece cuando estas curvas se acentúan o quedan atenuadas hasta el punto de causar dolor o deformar la estructura de la columna. Cuando la curva es muy pronunciada a nivel lumbar se trata de un caso de hiperlordosis.
Si por el contrario la curva se atenúa hasta casi perderse, o directamente se invierte, estamos frente a una rectificación lumbar. En ambos casos se pierde movilidad, se desgastan las vértebras y se originan problemas como hernias, protrusiones, deshidratación discal o artrosis.
¿Qué causa la lordosis?
Estas patologías suelen ser consecuencia de largos años de sedentarismo y malas posturas, aunado al estrés y el cansancio acumulado pueden acabar por deformar la columna, haciendo que las vértebras inferiores soporten una presión hasta cuadro veces mayor a la normal. Entre sus principales causas se encuentran:
- Factores genéticos;
- Obesidad;
- Falta de ejercicio físico;
- Traumatismo;
- Osteoporosis;
- Enfermedades degenerativas musculoesqueléticas.
Formas de prevención
Para conservar una lordosis adecuada y evitar dolores de espalda a nivel lumbar, es necesario corregir cualquier problema de postura. La higiene postural debe estar presente en todo momento y lugar, en el hogar, el trabajo, en la forma de sentarse o estar de pie, en el momento de recoger objetos del suelo.
Pero quizá la manera más efectiva de mantener una lordosis ideal, o corregir deformaciones que comiencen a aparecer, sea el entrenamiento físico regular. Hay ejercicios especialmente diseñados para suavizar la hiperlordosis, tales como:
- El automasaje y estiramiento de los músculos posteriores de la cadera;
- Relajación de lumbares usando pelotas.
Consejo: un ejercicio útil en este caso es la natación, en especial de espalda, braza y crol con la cabeza fuera.
Recuerda consultar con un médico o fisioterapeuta cualquier condición que presente tu espalda, y recuerda también que prevenir y corregir las deformaciones de la columna vertebral te traerá grandes beneficios a futuro.
Para saber más sobre cómo hacer ejercicios de estiramiento muscular desde la comodidad de su hogar vea el siguiente vídeo: