Diariamente, el 911 o servicio emergencia telefónica, recibe centenas de llamadas, de diversos tipos, pero esta vez la forma en que fue utilizado, sorprendió al agente policial Keith, quien era el policía de guardia del día.
Keith, compartió esta historia y luego se volvió viral. Él cuenta que, durante su guardia, una mujer llamó e insistió en pedir una pizza. – ¡Una broma más! pensó el oficial.
Pasado algún tiempo, él consigo entender lo que realmente estaba sucediendo. Vea a continuación cómo ocurrió:
– 911, ¿cuál es su emergencia?
– Calle principal, 123.
– Ok, ¿qué es lo que está pasando?
– Quería pedir una pizza (ah, qué bien, es una broma)
– Señora, esto es el 911.
– Si, ¡yo sé! me gustaría una pizza grande, mitad pepperoni, mitad champiñones y pimentón.
– Ummm, disculpe, usted sabe que llamo al 911 ¿verdad?
– Sí, ¿cuánto tiempo tarda en llegar?
– Está bien señora, ¿está todo bien por ahí? ¿O tiene una emergencia?
En ese momento, él se dio cuenta de que algo extraño estaba sucediendo en la llamada. La insistencia y el tono de voz no era de una broma, sino de un pedido de ¡auxilio! Ella continuó:
– Sí, ¡tengo!
– Y no puede hablar porque hay otra persona y con usted ¿verdad? (dijo el funcionario al momento en que se dio cuenta de que algo pasaba)
– Sí, eso mismo. ¿cuánto tiempo tarda?
– Tengo un agente policial cerca de ahí, a unos 2 km de su ubicación. ¿Usted tiene armas en su casa?
– No.
– ¿Puede quedarse en línea?
– No, hasta luego, ¡gracias!
En el camino al lugar, el oficial observó que había muchas llamadas desde esta misma casa. Ella era víctima común de la violencia doméstica.
La policía llegó rápidamente y encontró a la mujer toda maltratada, con miedo. Entró y se encontró a su novio alcoholizado. Ella confirmó que él la agredía siempre. ¡Cuánto coraje!
Esta llamada salvó la vida de esta mujer y es un ejemplo de que, así parezca imposible, siempre hay alguna forma de salirnos de una situación de sufrimiento, física o mental.
Keith dice que ésta es una forma de llamada que nunca va a olvidar. Nosotros también la vamos a recordar.
Recuerde siempre denunciar cualquier caso de violencia doméstica en los centros atención competentes para tal fin, y ¡comparta esta historia para acabar con este tipo de violencia!
Las llamadas al 911 pueden salvar la vida, así como lo demuestra este pequeño hèroe que salvó a su madre:
