El oro es el símbolo mundial de riqueza y poder. Entonces, incluso en la actualidad, donde hay tantos otros representantes de esto, esta piedra todavía es muy valorada y codiciada. Por lo tanto, a cualquier persona que tenga un objeto de oro o joyas en casa, le gusta tener mucho cuidado para preservar su valor. Si ese es tu caso, conoce ahora cómo limpiar el oro de la manera correcta y mantenerlo tan nuevo como siempre.
4 Consejos para limpiar el oro
A pesar de que sea posible limpiar el oro en casa, dependiendo de la delicadeza de la pieza, especialmente de las joyas, lo ideal es llevarlo a un profesional.
Las piezas pequeñas, si son viejas, eventualmente pueden acabar por perder alguna piedra o dañar un broche al limpiar. Por ello, están más seguras en manos de un joyero. Pero si no es el caso, estas son las precauciones que debes tomar al limpiar el oro en casa.
1. No uses materiales abrasivos
Es preciso tener cuidado al elegir el material que utilizarás para limpiar tu pieza de oro. El lado verde de las esponjas o trapos de cualquier tela puede ser abrasivo y puede rayarla. Así que, da preferencia a los cepillos de dientes de cerdas suaves, el lado amarillo de una esponja nueva o una franela.
2. Escoge productos simples
La limpieza del oro que está sucio por el contacto con materiales cotidianos como cremas, aceites y perfumes se puede hacer de manera simple. Utiliza solo una solución hecha con agua tibia y detergente neutro. Nada de limpiador multiuso o de alcohol.
Humedece el lado amarillo de una esponja, un cepillo de dientes suave o una franela con la mezcla de agua jabonosa y aplícala sobre la pieza sin frotar demasiado. Después de la limpieza, seca con un paño suave y seco.
3. Devuelve el brillo
Incluso si tu pieza de oro no está sucia, puede ser opaca debido a la acción del clima. En este caso, hay una solución que se puede hacer, pero solo de vez en cuando. Mezcla 1 cucharada de amoníaco con 500 miligramos de agua en un recipiente pequeño y pon la pieza en esta solución por solo 1 minuto. Luego enjuaga y seca.
Pero antes de sumergir la pieza en la mezcla, pasa un poquito con un bastoncillo en una parte oculta de la pieza para asegurarte de que no haya manchas.
4. Mantén la pieza preservada
Para que tus piezas de oro mantengan su brillo y limpieza por más tiempo, evita usarlas o exponerlas a la acción del tiempo sin necesidad. Para las joyas, por ejemplo, recuerda quitárselas cuando trabajes con productos químicos, grasas o materiales abrasivos.
Al guardar la pieza, límpiela con una franela para remover la humedad que haya entrado en contacto con tu piel. Después, envuélvela en otra franela limpia y seca para guardarla.
Si crees que tu pieza necesita ser pulida, llévala al joyero. Pero recuerda que con cada pulido la pieza se desgasta un poco, así que solo hazlo cuando realmente lo necesite.
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