Muchas personas lavan las frutas y verduras pasándolas apenas por un poco de agua. De esta manera, sólo logran retirar la suciedad más superficial. Sin embargo, numerosos agentes potencialmente tóxicos permanecen en los alimentos y pueden ocasionar daños a la salud. Aquí se presenta un método eficaz para lavar fresas y algunos de los riesgos asociados a su consumo cuando no se limpian bien.
Cómo lavar fresas paso a paso
El siguiente es un método efectivo para eliminar los agentes contaminantes que pudieran estar presentes en las frutillas. No sólo limpiará estas frutas de restos de fertilizantes y plaguicidas, sino que también acabará con la mayoría de las bacterias y parásitos. Amerita un poco de tiempo, pero el resultado será un alimento seguro y beneficioso. A continuación, ve el paso a paso para lavar fresas correctamente.
Paso 1: Lavado
Retira las hojas que pudieran seguir pegadas a las fresas y lávalas con abundante agua corriente. Para esto, utiliza el grifo del fregadero de la cocina. Ya que las frutas estarán en contacto con el fregadero, es importante que lo rocíes con un poco de vinagre antes de comenzar a lavar las fresas.
Paso 2: Restregado
Después de este primer lavado, sumérgelas en un recipiente con agua y algunas gotas de jabón líquido. Revuélvelas brevemente y utiliza un cepillo pequeño para restregarlas con suavidad una a una. El cepillo dental es ideal para este paso. Recuerda no ejercer demasiada presión mientras las frotas.
Paso 3: Desinfectado
En un recipiente con agua y algunas gotas de lejía, sumerge las fresas y déjalas adentro por unos 20 minutos. En este tiempo, la lejía diluida acabará con los parásitos más resistentes y sus larvas. Luego vuelve a enjuagar las fresas en agua corriente para asegurarte de eliminar cualquier resto de lejía.
Completados estos 3 pasos para lavar fresas, la fruta se encuentra limpia y puede ser comida sin riesgo alguno de contaminación o intoxicación. Si quieres aprender a cultivar fresas en casa no te pierdas este artículo.
¿Qué pasa si no lavas bien las frutillas?
Son muchos los riesgos que se desprenden de consumir fresas que no hayan sido bien lavadas. Para comenzar, están los fertilizantes y plaguicidas con los que se cultiva este producto. Si no se retiran completamente, estos químicos pueden provocar intoxicaciones y reacciones alérgicas cuya gravedad dependerá de su concentración.
Además, las frutillas son generalmente regadas con aguas servidas que pueden contener materia fecal. Por esta razón, es frecuente que en las fresas habiten distintos tipos de parásitos que al consumirse se alojan en los intestinos. Ahí ponen sus huevos y se reproducen, causando a corto plazo diarreas y dolores abdominales. Pueden incluso destruir las células epiteliales y provocar anemia.
Consejos para lavar frutas y verduras
Aunque el lavado de cada fruta o verdura debe atender a sus peculiaridades, hay algunos consejos generales que son aplicables a la gran mayoría de estos alimentos. A continuación, se presenta una lista con algunos de estas sugerencias.
- Lava bien tus manos antes de manipular las frutas o verduras.
- Retira cualquier resto de hojas o tallos antes del lavado.
- Enjuaga las frutas o verduras con agua corriente para limpiar sus cáscaras y superficies.
- Emplea una esponja o cepillo para frotar sus superficies y retirar la suciedad más adherida.
- Desinfecta las frutas o verduras sumergiéndolas en una solución de agua con algún antibacterial. Puedes utilizar vinagre, bicarbonato de sodio, limón o agua oxigenada.
- Enjuaga nuevamente las frutas o verduras para limpiarlas de cualquier resto de antibacterial que pudieran tener.
Por último, aquí puedes conocer la receta de un jugo energizante de fresa y plátano.
Ahora que las fresas están bien lavadas y son seguras para comer, puedes aprender a congelarlas en casa con las indicaciones del siguiente video.
