El colesterol alto es uno de los problemas de salud que más preocupan en países como España ya que se calcula que la mitad de la población padece hipercolesterolemia. Pero lo más alarmante es que más de la mitad de estas personas no lo saben. En los casos que están diagnosticados, muchos médicos recetan las estatinas a sus pacientes para bajar el colesterol. Pero, ¿este fármaco es tan bueno como parece?
La polémica entorno a las estatinas está servida
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios informó que entre el año 2000 y el 2012 el consumo de las estatinas subió en un 442%. Este medicamento se suele prescribir cuando el paciente ya ha tenido colesterol o para aquellos que padecen una dolencia genética que afecte de manera negativa al organismo incrementando el colesterol. Lo que se pretende hacer con el fármaco es evitar que la persona sufra una enfermedad cardiovascular.
Por otro lado, las estatinas también se aconsejan para personas hipertensas, diabéticas o para fumadores, aunque no tengan el colesterol alto. El porqué reside en que presentan una mayor probabilidad de padecer tanto un infarto como de que el colesterol aumente.
A pesar de estos aparentes beneficios, las dudas sobre este fármaco aparecen cuando se emplea como un tratamiento preventivo. Por el momento, si se emplean con este fin no se sabe a ciencia cierta si tendrá un efecto positivo en el paciente o producirán una sobredosis de medicinas. Es más, aunque ya se han hecho estudios para poder comprobar la eficacia de las estatinas como preventivos, unos dicen que sí y otros que no. Por lo tanto, existe una gran controversia entorno a ellas.
Descubre unos consejos para bajar el colesterol sin tomar estatinas.
La visión de los expertos
En un estudio del doctor Rafael Ramos publicado en el British Medical Journal pone en evidencia que este medicamento puede no ser muy recomendable para las personas en la vejez porque podría incrementar las posibilidades de que padezcan una enfermedad cardiovascular. De hecho, en palabras recogidas por El País, Ramos comenta que “las fórmulas para estimar el riesgo podrían no servir en las personas mayores. No hemos visto diferencias entre tomarlas y no tomarlas, salvo cuando se usan en un grupo con riesgo elevado como las personas con diabetes, en las que hay beneficio. Y a partir de los 85 años, incluso en diabéticos, no vemos ningún beneficio en empezar a prescribir estatinas preventivas”.
Tras las palabras del experto, lo que se puede entender es que el uso de este fármaco se debe hacer teniendo en cuenta el caso personal de cada paciente y no recetarlas sin pensar en las posibles contraindicaciones de estas. De esta manera, se estaría evitando que las personas que no las necesiten las tomen como una vía libre.
Consejo final:
Los medicamentos, por muy buenos que sean para curar una dolencia, pueden tener efectos secundarios sobre la persona. Por lo tanto, estos no se pueden ver como un remplazo a unos hábitos nocivos como puede ser el tabaco. Siempre es mejor llevar una vida saludable que recurrir a los remedios. Los medicamentos deben ser la última alternativa ante un problema.
Para finalizar, en el siguiente vídeo podrás ampliar la información expuesta sobre las estatinas.