Robar es un acto muy malo, de hecho lo prohíbe Dios en uno de sus mandamientos. Si bien existen personas que lo hacen para ganar dinero fácil sin trabajar y demostrar que tienen más poder que otros, existen personas que tristemente tienen que cometer este acto por necesidad y que no desean de corazón hacerlo, pero no tienen opción o las mismas se les agotan.
Este fue el caso de Joao, un joven de 17 años que por difíciles razones se dedicaba a robar casas en su natal Brasil. Desde hace varios dejó la escuela, debido a graves problemas familiares y actualmente no contaba con los recursos económicos necesarios para comer y cubrir sus necesidades más básicas.
No estamos justificando las acciones de Joao, pero pensamos que no merecía el castigo que recibió.
En una oportunidad entró a la casa de Max, un tatuador de la ciudad de Rio de Janeiro, seleccionó esa casa al azar y esperaba que todo saliera bien.
Cuando el dueño de la casa se percató de la presencia del ladrón, utilizó la fuerza de inmediato y lo paralizó, pero en vez de llamar a la policía decidió darle una lección que jamás olvidará.
El tatuador decidió tatuarle la frente, colocándole en ella: “Eu sou ladrão e Vacilão”, lo que significa en español: “Soy ladrón y estúpido”.
Los amigos del tatuador se encontraban en su casa y grabaron el momento en el cual le hacía el tatuaje. El joven no puso resistencia, pues lo habían amenazado con cortarle una mano.
Joao se fue del lugar llorando y con una marca en su rostro que le quedará para toda la vida.
Esperamos que la policía tome cartas en el asunto, si bien João debe pagar, por ladrón, el tatuador también cometió un delito y más aún, violó los derechos humanos de João.
A continuación le invitamos a ver el video del momento en el cual el tatuador escribe en la frente de Joao:
Esperamos de todo corazón que Joao se convierta en un hombre de bien, ojalá con el tiempo pueda ahorrar el dinero suficiente para remover ese terrible tatuaje de su rostro.
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