Ser padres es una experiencia realmente retadora. Son muchas las incógnitas, dudas y miedos que se presentan ante la llegada de un bebé. Dicha situación se ve incrementada si se trata de una mamá soltera. Todo y que en el siglo XXI ya son muchas las mujeres que deciden tener hijos sin una pareja al lado, estas siguen recibiendo críticas por su decisión. Tanto es así que la sociedad castiga más a las madres que son solteras que a aquellos padres que están ausentes.
En el siglo XXI, la sociedad castiga más a las madres que son solteras que a aquellos padres que están ausentes
El estándar de familia de padre y de madre es una cosa que no siempre se da en todas las familias. Existen algunas que son monoparentales, ya sea porque la mujer decidió tener a su bebé sola, porque enviudó o porque el padre de la criatura no se quiso hacer responsable. Asimismo, cabe la posibilidad de que sea el padre el único progenitor, que el niño tenga dos mamás o dos papás.
Dicho esto, en el caso de las mujeres que crían a sus hijos solas, estas siguen estando mal vistas. De hecho, la sociedad castiga más a las madres que son solteras que aquellos padres que están ausentes.
Este juicio es realmente injusto. Una mamá que está sola a cargo de su hijo o hijos, en muchas ocasiones, tiene que trabajar más horas para poder llevar el suficiente dinero a casa para poder pagar todas las cuentas. Eso significa que mantener un equilibrio entre la crianza de los pequeños y las responsabilidades profesionales es un problema aún mayor al que se deben de enfrentar.
Al poco tiempo que tienen para ellas, se suma que la sociedad las critica porque sus hijos no tienen una figura paterna. Estos comentarios pueden incluso llegar a crearles sentimientos de culpa. Pero, al contrario de los que muchos creen, según la ciencia, las madres solteras crían hijos más fuertes y sanos.
Los retos emocionales de las madres solteras
La culpabilidad que pueden sentir en ocasiones las mamás solteras hace que se enfrenten a retos emocionales. Estas no tienen un compañero de vida con quien compartir lo que le pasa, ya sea bueno o malo. Asimismo, el hecho de tener que compaginar la vida laboral con la personal, puede llevar a un estado de soledad que desemboque en depresión. Esto es debido a la falta de apoyo.
Pero las madres solteras no deberían sentir culpa de nada ni dejarse influenciar por lo que digan los demás. Ellas dan el do de pecho y hacen lo mejor para sus hijos. El problema está en los padres ausentes, sobre todo si se habla en efectos psicológicos.
El portal Nueva Mujer apunta que un informe de UNICEF del 2007 destacó que, un estudio hecho sobre el bienestar de pequeños de países económicamente avanzados como es el caso de Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido, evidenció que los críos en edad escolar que tenían buenas relaciones con sus papás, presentaban menos chances de experimentar depresión, mentir o tener un mal comportamiento.
En contraposición, aquellos niños de padres ausentes, tenían problemas de conducta, complicaciones a la hora del ajuste social, así como más posibilidades de padecer ansiedad o resentimiento. Ya en las situaciones más complicadas, estos llegaban incluso a sufrir alcoholismo, delinquir o tener conductas violentas.
Dicho esto, es evidente que juzgar a una madre soltera no es lo más indicado, ya que la ausencia de un padre tiene un efecto peor en el comportamiento de un niño.
Para acabar, puedes conocer unos consejos para madres solteras o divorciadas en el siguiente vídeo.
