Definir qué es la elegancia es algo un poco complejo. Muchas personas dirán que es saber vestir bien, usar complementos de lujo y saber maquillarse de forma adecuada, en el caso de que se trate de una mujer. Pero debes saber que todo eso es superficial. La elegancia está en la manera de ser, no en la forma de vestir.
La elegancia está en la manera de ser, no en la forma de vestir de una persona
Que la elegancia está en la manera de ser, no en la forma de vestir de alguien es algo que debes tener siempre muy en cuenta y presente. Qué más da que alguien llegue ropas bonitas y estilosa, si después no se sabe comportar adecuadamente, no tiene empatía por lo demás y no es buena gente.
Aunque al principio se mencionó que es difícil definir qué es la elegancia, esta se podría determinar como un sinónimo de buena educación, y nunca como la etiqueta de la ropa que lleva alguien. Si reflexionas sobre estas palabras, te darás cuenta que las actitudes y acciones correctas decoran a una persona mucho más que unos zapatos de marca.
La apariencia es algo superficial, ya sea en términos físicos como de vestimentas. La inteligencia, sabiduría, simpatía y el encanto de una persona son mucho más importantes. Lo primero es efímero, lo segundo siempre perdura, al igual que los modales, la educación y una cualidad tan importante como es la sinceridad. Es por este tipo de cosas que la elegancia está en la manera de ser, no en la forma de vestir de alguien.
La elegancia no se aparenta
Una de las principales características de la elegancia es que quien la tiene no presume de ella, dado que no necesita aparentar. Con sus actos y palabras demuestra que la posee, y eso es más que suficiente.
Por otro lado, las personas con elegancia saben adaptarse a diferentes situaciones. Esto quiere decir que moderan la tonalidad de su voz dependiendo de lo que esté ocurriendo, no dicen falsedades, no disfrutan con las desgracias de los demás, ni viven burlándose de los otros. Además, son gente positiva que anima y alienta a los demás a que luchen por sus sueños y cuando ven que han conseguido, se alegran tanto o incluso más que las otras personas.
Igualmente, quien es elegante, no intenta sacar ventaja de nadie ni aprovecharse de las oportunidades para pisotear a los demás. Otra cualidad muy importante a destacar es que sabe pedir perdón y es agradecido por todo aquello que la vida le da y siempre le da las gracias a aquellos que lo ayudan en algo.
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Piensa en estas palabras y te dará cuenta si eres una persona elegante o no. Las cosas materiales hoy se tienen y mañana no. Pero la esencia de uno, los valores, la educación y los modales son cosas que es muy difícil perderlas, tanto si eres pobre como rico.
Por último, en el siguiente vídeo puedes conocer unas claves para ser una persona elegante y poderosa.