Con esfuerzo todo se puede lograr. Es más, cuando se consiguen las metas gracias al trabajo de una y sin la ayuda de otros, el resultado sabe mejor y la victoria se disfruta mucho más. La edad de una persona no es impedimento para que esta vaya atrás de lo que quiere y pueda concretar sus sueños. Prueba de ello es Madison Pickering. Esta joven de 19 años compra su propia casa sin la ayuda de nadie.
Una joven de 19 años compra su propia casa sin la ayuda de nadie
En Queensland, Australia, la actitud de una adolescente ha destacado por encima de los demás chicos de su edad. En concreto, la joven de 19 años compra su propia casa sin contar con la ayuda de nadie. Esta lo ha hecho con el dinero que gana trabajando en McDonald’s.
Madison Pickering lleva ahorrando desde los 11 años unas sumas de dinero considerables. Y es que desde esa edad, la chica empezó a guardase la paga que sus padres le daban. A los 16, y tras cumplir la edad legal para introducirse en el mundo labora, Madison comenzó a trabajar en el establecimiento de comida de su localidad. La plata que ganaba con su empleo, la sumó a la que tenía ya ahorrada de la paga.
Cabe destacar que desde bien chica, la adolescente tuvo bien claras sus metas. Con tan solo 16 años, charló con su madre sobre sus planes de futuro y le contó su intención de adquirir una vivienda.
“Cuando tuvo 18 años y fue consciente de que podía pedir un préstamo, todo se volvió más serio”, explicó la australiana. Un año después de ser mayor de edad, su esfuerzo ha dado frutos y ella ya es la dueña de una construcción.
Según cuenta la joven, “Todos me preguntan cómo hice y me dicen que seguramente mis padres me dieron el dinero… No, mis padres no me dieron ni un solo centavo. Todo lo gané trabajando y reuní este dinero yo sola”.
Las cosas bien claras
La australiana siempre ha sido decidida y no ha dejado de lado su objetivo. Fue por ello que, además de trabajar en McDonald’s, aceptó una propuesta a tiempo completo como responsable de redes sociales. De esta manera, ella podía guardar más dinero.
Lo más loable de todo es que no dejó de lado sus estudios y consiguió sacarse el diploma de escuela secundaria. Asimismo, llegó a ser admitida en la universidad.
Como suele ocurrir, el camino no siempre es todo de rosas. A los 18 años, la adolescente pidió un préstamo inmobiliario. Sin embargo, no le coincidieron la solicitud. A pesar de ello, Madison no decayó en su intento de ser la propietaria de una vivienda y siguió trabajando duro para obtener el préstamo.
La segunda vez que lo intentó, la solicitud sí que la aceptaron. Un terreno y una casa valorados en 300.000 dólares australianos (218.600 dólares estadounidenses).”Logré reunir lo suficiente como para entregar un anticipo y eso es lo más importante. Yo creo que los jóvenes que quieren hacer esto, deben entender que no es necesario contar con todo el dinero, sino que deben tener lo suficiente como para cubrir el monto del anticipo”, dijo Madison.
Este logro es a penas el primer paso. Ahora la joven debe continuar trabajando duro para poder pagar el préstamo. Pero lo hace feliz y contenta por todo lo que ha conseguido hasta ahora.
Por el momento, ella y su madre van cada semana al sitio donde se está construyendo la casa y sacan fotos del paso a paso, esperando con ansia que la acaben.
Todo y que “muchos dudaron de que pudiera lograrlo, al fin pude concretar mi sueño”. Como ves, Madison logró algo que parece imposible a su edad: ser la propietaria de una casa.
Fuente: Mundo.today
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