Jesús, como Dios todo poderoso, es consciente y respeta el hecho de que las personas piensen diferente a él en determinadas situaciones. Esta generosidad con la gente se debe a que Jesús no amaba la religión, sino al prójimo. Es por ello que él deseaba que los individuos se quisiesen entre sí, ya que lo que cura a la humanidad es el amor y no el odio.
Jesús no amaba la religión, sino al hombre
La Madre María Teresa de Calcuta recalcó una vez las palabras dichas por Jesús. “Amaros unos a los otros como yo os amé. No deben ser apenas luz para nosotros, pero sí una llama que incendia nuestra alma.”
Para los verdaderos fieles, a seguir se exponen unos comportamientos que serían inaceptables y que no mostrarían que Jesús no amaba a la religión, sino a las personas.
Pero primero, descubre unas oraciones para empezar cada día.
Maltratar al ser humano
Siempre se debe hacer el bien, sin tener en cuenta a quien. Uno de los grandes desafíos de la humanidad es amar al prójimo como a uno mismo. Esto te permitirá desprender caridad. Eso sí, sin buscar ni esperar nada a cambio de los otros.
Asimismo, se debe guardar silencio ante los ataques y ofensas de los otros. Esta actitud demuestra que la persona tiene un alma noble y que comprende el mensaje de Jesús.
Desprecios a otras religiones
Si Jesús puede entender que tú piensas diferente a él y seguir amándote, ¿por qué tú no puedes hacer lo mismo con otras religiones? Jesús expresó que de nada sirve arrodillarse delante del altar si después no tienes la capacidad de respetar a religiones diferentes de la propia.
Mientras que se haga desde el perdón, la bondad, el amor y la comprensión, todas las formas de conectar con Dios son loables, independientemente de la religión.
Herir en nombre de Dios
Una de las cosas que Jesús nunca aprobaría es que alguien faltase el respeto, hiriese o incluso matase en nombre de la religión. Por el contrario, cuando Dios ve que alguien hace el bien en su nombre se siente muy orgulloso de ver como el amor se expande.
Dado que Jesús no amaba a la religión, sino a las personas, no existe ninguna razón para que los individuos alienten el odio entre ellos.
Odio a lo que es diferente
Jesús nunca juzgó ni tuvo animadversión por sus semejantes. Piensa que ni cuando tenía los brazos perforados en la cruz, éste expandió el odio. Por el contrario, él predicó por el amor y el perdón, pero nunca por la venganza.
Cuando discriminas al que no es igual a ti, tu alma y corazón se llenan de odio. Esto reduce el espacio para albergar a Dios. De hecho, si de verdad lo amas, nunca tendrás espacio para los prejuicios.
Creer para ir al cielo
Una de las frases míticas que Jesús dejó fue: “cree en mí y abrirás las puertas del cielo”. No obstante, eso no implica que debas ser devoto de una religión. Lo que quiere decir es que es necesario que tengas buenos sentimientos y voluntad de hacer el bien para poder ir al cielo.
Crímenes en las iglesias
A pesar de que Jesús no amaba a la religión, sino a las personas, éste condena cualquier crimen que se produzca dentro de una iglesia. Si en la vida cotidiana ya son graves, en una iglesia incluso peor.
Jesús también recalca que, independientemente de la naturaleza de estas faltas, todo el mundo debe luchar unido para que no se produzcan.
Tras estos 6 comportamientos que Jesús nunca haría, debes reflexionar sobre tus actitudes. Si te das cuenta que no respetas ni amas al prójimo, necesitas más amor en tu corazón.
Aprende aquí cómo rezar a Dios de unas formas poco convencionales.
Por último, escucha una reflexión sobre el amor de Dios que te ayudará en tu día a día.