Barry Peterson se había tomado unos días de vacaciones con su esposa. Al volver de tales vacaciones a su casa en Minnesota, se encontraron con que una de las ventanas de la casa estaba rota.
Al principio, sintieron mucho temor. Decidieron grabar lo que estaba ocurriendo por prevención. ¿Se trataría de un invasor, de un ladrón? ¿Habría alguien adentro de la casa todavía?
Fue entonces cuando decidieron llamar a la policía. Y así lo hicieron. Pronto se dieron cuenta de que el intruso seguía adentro. ¿De quién se trataba? Mejor habría que preguntarse de qué especie se trataba, pues el intruso era nada más y nada menos que un pavo.
Sí. Este pavo se había dado a la tarea de atravesar la ventana, y se había instalado en la casa de los Peterson. La policía acudió al lugar e hicieron todo lo que estaba a su alcance para sacar a este enorme pavo de la sala de la casa.
Hay que decir que no fue tarea sencilla. El pavo se escapaba y corría de un lado al otro. Estaba negado a dejar el lugar, después de unas cómodas vacaciones. Le dieron el nombre de Tom.
No fue tarea fácil deshacerse del pavo, pero finalmente uno de los funcionarios de la policía tuvo una idea: hacer parpadear la luz de la linterna sobre sus ojos. Con este recurso, el pavo saldría corriendo hacia la puerta que dejaron abierta para sacarlo.
Mire por usted mismo la simpática escena de cómo tres policías tuvieron que ingeniárselas para poder sacar al pavo de una casa.
