Una cosa es segura: no puedes tomar medicamentos sin orientación médica. Solo que mucha gente ignora este consejo y, lo que es peor, ni siquiera lee el prospecto para ver si habrá algún problema. ¿Y qué pasa con las bebidas alcohólicas, que tienen tanta influencia en el funcionamiento de las sustancias? Mira entonces qué es realmente esta interacción medicamentosa y cuáles son las consecuencias para tu cuerpo, con la lista de las más comunes.
Qué es la interacción medicamentosa
Según el Ministerio de Salud de Brasil, la interacción medicamentosa ocurre cuando los “efectos de un remedio se ven alterados por la presencia de otro, ya sea por la mezcla con hierbas medicinales (los llamados remedios naturales), alimentos, bebidas o algún agente químico ambiental, como calor que emana de la ducha en casa”.
O sea, es mucho más complejo que simplemente no tomar remedios diferentes juntos. Es por eso que siempre debes preguntarle a tu médico si debes complementar el tratamiento con otro natural. No es porque provenga de plantas, que no interactuará, perjudicará o modificará el comportamiento de los alopáticos.
Además de eso, algunas mezclas pueden tener consecuencias negativas para tu cuerpo. Causan dolores, inflamaciones, perjudican el funcionamiento de algunos órganos e incluso pueden provocar la muerte. Claro que las bebidas alcohólicas también están en esta lista, siendo una pésima elección por varias razones.
Lista de interacciones más comunes
La interacción medicamentosa no siempre es mala, cuando algunos alimentos y actitudes pueden mejorar el efecto de los remedios. Sin embargo, toda interacción con el alcohol es perjudicial, en determinada intensidad. Algunos remedios más que otros, como los antibióticos, contra la depresión, la insulina y los anticoagulantes, que resultan en peores resultados. Mira la lista de interacciones alcohólicas más comunes:
- Paracetamol: nada de mezclar remedios para la fiebre o el dolor con bebidas alcohólicas. Esto puede provocar daño hepático y, si persiste, puede provocar el óbito.
- Ansiolíticos, hipnóticos y sedantes: la mezcla es extremadamente peligrosa, pudiendo provocar ataques cardíacos, hipotermia y dificultad respiratoria crónica.
- Antibióticos: cuando los antibióticos y el alcohol se entreveran, puede haber problemas como hipotensión, taquicardia, náuseas, sudoración, dolor de cabeza intenso y confusión.
- Aspirina y medicamentos antiinflamatorios: el consumo de alcohol con este tipo de medicamentos puede causar hemorragia estomacal.
- Antihistamínicos: ¿Tomaste el medicamento para la alergia y crees que está bien tomar una cerveza? Piensa cuidadosamente, porque esta mezcla no solo causa sedación, sino que también puede comprometer tu capacidad psicomotora.
- Insulina: al consumir bebidas alcohólicas, como usuario de insulina, hay una mayor probabilidad de padecer hipoglucemia.
- Anticoagulantes: la mezcla puede conducir a una reducción en el metabolismo, además de aumentar el efecto del remedio, lo que puede causar serios problemas.
Como puedes ver, por muy inocente que parezca el medicamento, mezclarlo con alcohol siempre es una pésima idea. Entonces, cuida tu cuerpo y presta atención a las mezclas de medicamentos con alcohol, respetando siempre las reglas descritas en el prospecto y proporcionadas por tu médico de confianza.