¿Tienes la costumbre de morderte las uñas? Pues debes saber que el problema puede ser mucho más que estético. Un hombre tuvo que ser ingresado y sometido a cirugía por haberse mordido la esquina de una uña. Si hubiese demorado otro día, podría no estar vivo para contar la historia.
El hábito de morderse las uñas casi lleva a un hombre a la muerte
Steven MacDonald es un hombre común. Un padre dedicado y recientemente prometido. Este cartero escocés de 48 años vio su vida pasar por un hilo. El mismo tuvo que someterse a una cirugía y fue ingresado en el hospital durante días. Pero la causa no fue un problema cardíaco o algo similar, como se esperaba. En realidad tenía una inflamación alrededor de la uña, la cual casi lo llevó al óbito.
En una publicación en su red social, su prometida advirtió sobre el problema, tratando de mostrar que morderse las uñas puede no ser tan inocente. En él, había una foto perturbadora del dedo de Steven, justo antes de que empeorara y decidieran ir al hospital. La idea era alertar a las personas que se comen las uñas para que paren con esta manía.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Era tarde cuando Steven notó que su dedo estaba hinchado y dolorido. Como tiene la costumbre de morderse las uñas, esto le pasaba en ocasiones. Sin embargo, esta vez era más serio, ya que se había hinchado rápidamente. Este fue a la farmacia, donde recibió orientación del farmacéutico para aplicar sulfato de magnesio.
Incluso después de la aplicación, la hinchazón aumentaba, así como la producción de secreción en la parte interna de la piel. Fue entonces cuando el farmacéutico les pidió que regresaran al día siguiente, para una consulta. De esta manera, él le podría hacer una limpieza completa y tratar adecuadamente el dedo, ya que era una infección más seria.
A pesar de ello, al día siguiente por la mañana, la prometida de Steven se dio cuenta de que la situación había empeorado mucho. Además del dedo, el problema comenzó a extenderse también en dirección al antebrazo. Después de mucha insistencia, esta logró llevar al cartero al hospital para recibir tratamiento allí. En realidad, esta actitud le salvó la vida.
En el hospital
Al llegar al Hospital de la Universidad de Monklands, este fue encaminado para enfermería, donde inmediatamente recibió altas dosis de antibióticos. Él aún no creía que fuera algo serio y se tomada todo aquello como algo gracioso. Fue entonces cuando los médicos le contaron la cruda realidad: un día más y ya no estaría ahí.
Lo que tenía era paroniquia, una infección que puede ocurrir entorno a la uña. Solo en su caso, estaba contaminado por una bacteria que estaba a punto de ingresar a su torrente sanguíneo. Si eso ocurría, sería un caso de sepsis, con un tratamiento difícil y consecuencias desastrosas, incluida la muerte.
Fue entonces cuando fue sometido a una cirugía para que le retiraran parte de la carne de la región, permaneció en el hospital durante otros 4 días, bajo observación y tomando antibióticos. A pesar del susto, él está bien y dijo que aprendió la lección. Realmente no vale la pena morderse las uñas y, a partir de ahora, comenzará a visitar la esteticista para hacerse la manicura.