Hay imágenes que hablan por sí solas y, ante estas, poco se puede decir. Simplemente, uno se tiene que rendir ante las evidencias y alabar el buen corazón de las personas. Sucede que, muchas veces, dichas escenas son protagonizadas por personas que no tienen ni recursos para ellas mismas, como es el caso del mendigo de buen corazón de la historia que se expone en este artículo. En concreto, con la intención de proteger del frío a su mascota, el indigente le da su único abrigo a su perro.
Un indigente le da su único abrigo a su perro para resguardarlo del frío
Muchas veces se juzga erróneamente a las personas que no tienen un techo y se ven obligadas a vivir en la calle. Nadie sabe la historia que hay detrás de ellos, ni las circunstancias que les llevaron a tener que verse abocados a no tener una vivienda donde resguardarse.
El hecho de que estén pidiendo en la calle, no es sinónimo, para nada, de que sean malas personas y, ojalá, todo el mundo entendiera eso. Un buen ejemplo de que ser pobre no está reñido con tener un corazón gigantesco es el de un hombre que habitas las calles de São Paulo, en Brasil. El indigente le da su único abrigo a su perro para que este no pase frío. Esto es señal de que a él no le importó tener que soportar las gélidas temperaturas, mientras que su mejor amigo estuviese resguardado con su chaqueta.
Tras ser fotografiado, la imagen llamó la atención de muchas personas, entre ellas la del empresario Gabriel Pego. Este, además de publicar la instantánea en su cuenta de Instagram para que más personas se hicieran eco de la escena, fue a hablar con el mendigo.
6 Años viviendo en la calle
Tras conversar con el sintecho, Gabriel Pego descubrió que este se llama Sebastião, que tiene 57 años y que llevaba 6 años viviendo en las calles de la localidad paulista Santo Amaro.
Durante más de 25 años, este señor estuvo casado, y fruto de ese matrimonio tuvo un hijo, el cual vive en la actualidad con su exmujer. Tras su separación se enfermó y tuvo una depresión, la cual le llevó a entrar en el mundo del alcoholismo y a acabar viviendo en la calle.
Una noche conoció a su fiel amigo, al cual le puso el nombre de Negão. Desde el día que se vieron por primera vez, el perrito y Sebastião se hicieron inseparables.
Otra de los datos de la vida de este señor es que él trabajaba como vendedor ambulante y que tuvo que dejar de acudir a la escuela por las necesidades económicas que tenía, las cuales lo obligaron a ponerse a trabajar desde bien chico.
Cabe destacar que desde que se separó, Sebastião no tiene ayuda financiera por parte de la que fue su esposa ni su hijo. No obstante, hay que destacar que el hombre comentó en el Portal Amigo Cão que su “hijo tiene un trastorno mental, lo que gana es poco, no tiene como ayudarme”.
Una colecta para ayudarlo
Debido al problema de alcoholismo que padece este hombre, tras hacerse pública su historia, varias personas se juntaron e hicieron una colecta para ayudarlo. En total, consiguieron recaudar 11.641 reales (cerca de 2.200 dólares). La finalidad de este dinero es que Sebastião se rehabilite y enfrente su adicción.
En relación a Negão, el brasileño contó que es un amigo de verdad. Tanto es así que el perro hasta lo protege de los peligros que existen en la calle y no lo deja ni a sol ni a sombra. La lealtad que le demuestra el animal, Sebastião se la recompensa cuidándolo, protegiéndolo del frío como hizo con su chaqueta y compartiendo con él cada alimento que consigue. Según el mendigo, “yo no lo adopté. Él me adoptó a mí”.
Negão es un perro que no ha tenido una vida fácil. Antes de toparse con Sebastião, este también vivió en la calle con otros amos, los cuales lo maltrataron, al contrario que este último que lo quiere y le da todo lo que tiene, a pesar de su precaria situación.
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Si deseas conocer más detalles de la historia de Sebastião, no te pierdas el próximo reportaje (está en portugués).
