Un proyecto en curso está evaluando la importancia de la conversación para mantener el cerebro en alerta, con la fecha límite para la finalización y difusión de los resultados para el año 2022. Esta es una investigación, en desarrollo, que analiza si hablar puede ser beneficioso para evitar problemas de demencia, o incluso alzhéimer, en los ancianos.
Se parte de la premisa de que la conversación mantiene el cerebro activo, evitando la aceleración de la muerte celular y el desarrollo de enfermedades, mejorando la calidad de vida.
La demencia es un problema muy grave, donde solo en Brasil, según el Ministerio de Salud de este país, puede haber casi 3 millones de personas “con sus familias enfrentando las consecuencias de esta devastadora afección neurológica”. Para la institución, la investigación para prevenir esta enfermedad tiene grandes desafíos por delante.
Uno de estos estudios busca utilizar una herramienta simple, gratuita y disponible para cualquier persona: conversar. El acto de interactuar con otras personas obliga a la mente a estimular viejas conexiones neuronales, buscando recuerdos y creando otros nuevos. Esto la hace estar más alerta y menos propensa a desarrollar problemas.
Además de eso, previene enfermedades del cuerpo y la mente, estimulando hábitos de vida más saludables, como la práctica de actividades físicas apropiadas para la edad, el cuidado personal, la inversión en nuevos pasatiempos y muchos otros factores derivados del intercambio entre personas, cada vez más escasos. . Este estudio intenta buscar y evaluar si la conversación realmente mejora y previene las demencias.
La importancia de la conversación para mantener tu cerebro en alerta
El estudio se está desarrollando con 144 ancianos, mayores de 80 años, que no presentaron ninguna degeneración grave, pero que pueden presentar el comienzo del desarrollo de alguna enfermedad. Se llevó a cabo en Portland y Detroit, con el apoyo de instituciones locales, que sirven a los ancianos, incluidos aquellos con bajos ingresos y de diferentes etnias.
Para los autores, este es el “grupo de edad de la población de más rápido crecimiento en la mayoría de los países desarrollados. Estos se enfrentan a más riesgos de desarrollar demencia y aislamiento social, ambos factores para el deterioro cognitivo”. Por eso, este estudio es muy importante, porque además de ayudar a un número creciente de personas, utiliza una herramienta de tratamiento gratuita: el diálogo.
Cómo se realizó
Para esto, dividieron a los ancianos en dos grupos, donde el primero era un grupo de control, que recibiría llamadas telefónicas semanalmente, solo para monitorear el estado de salud y otros puntos definidos en un guión básico.
El segundo grupo es el grupo de estudio, de hecho, que pasará por las sesiones de conversación de 30 minutos, a través de Internet, en su propia plataforma fácil de utilizar. No obstante, antes de eso, mantuvieron conversaciones diarias, en persona, también con 30 minutos cada una, durante 6 semanas.
Cuál es el objetivo
El objetivo era estudiar a los ancianos mayores de “80 años de edad o mayores, con cognición normal y oportunidades limitadas para las interacciones sociales, un grupo con un alto riesgo de deterioro cognitivo leve”, que puede conducir a enfermedades más graves, posteriormente. Sus conversaciones serían monitoreadas y controladas, siguiendo un guión.
Este guión tiene como objetivo estimular diferentes áreas del cerebro, haciéndolo procesar información diferente, con cruzamientos y profundización. Por ejemplo, una de las preguntas que parece tonta es cómo le está yendo al tu equipo favorito. Luego, pide analizar si creen que hay una diferencia en el desempeño de los equipos al principio, y al final del campeonato y la razón de eso.
Comienza con algo más simple y se vuelve más complejo, lo que lleva al fortalecimiento de las conexiones desde diferentes áreas del cerebro, incluida la memoria a corto y largo plazo. Además, busca monitorear el “bienestar psicológico y los niveles de interacciones sociales específicas de la persona” a diario, a través de un diagnóstico realizado por el entrevistador.
Resultados
Para evaluar los resultados, se están utilizando varios exámenes físicos y diagnósticos cognitivos, como resonancia magnética, morfometría basada en vóxel y conectividad estructural y funcional entre la amígdala y el surco temporal superior.
La hipótesis que debe comprobarse es que “el aumento del contacto social diario a través de tecnologías de comunicación podría ofrecer prevención económica casera, lo que podría retrasar el deterioro cognitivo y retrasar la aparición de la demencia”. O en palabras más simples, realmente hay verdad en el hecho de que la conversación es importante para mantener el cerebro alerta.
Algo que todos ya saben, pero parece que se ha quedado en el olvido es que, relegando a la persona mayor al aislamiento social, ya tan propicio para sus limitaciones físicas, que a veces le impide incluso salir de la casa y hacer cosas simples, como ir de casa al mercado o incluso a la casa de un amigo.
