John Reynolds vive en el estado de Texas, en Estados Unidos, y allí decidió hacer una inversión. Encontró un terreno con una propiedad de 3 cuartos, en una situación muy mala. Pero aceptó pagar cerca de 21.000 dólares para poder renovar el inmueble y venderlo a un mejor precio.
Un día, un vecino de la propiedad estaba hablando con John sobre su adquisición y le preguntó cómo estaba la piscina. Pero John se sorprendió, ya que no había piscina en ese terreno. Al menos, eso era lo que él pensaba, ya que solo había una casita y un patio o jardín cubierto de matorrales.
Sin embargo, después de una fuerte lluvia, John se dio cuenta de que todo ese arbusto que parecía un pantano en el suelo tenía un motivo. Él comenzó a limpiar la suciedad y se llevó una gran sorpresa.
De hecho, había una piscina debajo de toda la maleza que había estado creciendo allí durante bastante tiempo. John necesitó 18 meses para poder limpiar todo y reactivar la piscina. Pero todo el esfuerzo valió la pena.
“Parece que tropecé con un billete premiado. Nunca en un millón de años, cuando compré la propiedad, pensé que estaría nadando en mi propia piscina”, contó en el tabloide Mirror.
Por causa de este grato descubrimiento, John cesó en su idea de vender la propiedad. Este hizo una reforma para él y se mudó allí. Ahora tiene su propia piscina y su propiedad está valorada en unos 230.000 dólares.
