La conmovedora historia de un trasplante se volvió viral a principios de este año. Esta historia retrata el envío de una carta por parte de la familia del donante al paciente trasplantado. Sigue leyendo y comprende qué emocionante fue.
¿Cuál fue la conmovedora historia de un trasplante que salvó una vida?
Alin Gragossian, una joven doctora de 31 años, recibió una carta de la familia a la que le salvó la vida. Esta vive en Filadelfia, EE. UU., y trabaja en la sala de emergencias del hospital de la ciudad.
Hace unos meses, tuvo un problema de corazón en el que necesitaba un nuevo órgano para sobrevivir. Fue entonces cuando comenzó la historia. Después de una cirugía exitosa, Alin recibió una llamada del hospital. Fue ahí cuando la familia del donante le había enviado una carta.
Días después de la llamada, Alin leyó nerviosamente la carta. Esta decía: “Está claro, siempre supe que mi donante era un ser humano, pero leer sobre ella como persona en ese papel de repente lo hizo muy real. […] Se me puso la piel de gallina en cada línea. Teníamos mucho en común. […] Solo éramos dos mujeres jóvenes en diferentes unidades de cuidados intensivos, esperando ver quién moriría primero”.
Después de toda la emoción de leer la carta, ella publicó un texto en sus redes sociales. En el texto, prometió hacer un “buen uso” de su nuevo órgano y agradeció “desde el fondo de … nuestro corazón”.
¿Es posible conocer a la familia del donante?
A pesar de ser una conmovedora historia de trasplante, en los Estados Unidos no es posible recibir información sobre la familia de un donante, a no ser que todos los involucrados estén de acuerdo. Por ello, aunque ella quería, Alin no tenía forma de contactarlos.
Sin muchas opciones, Alin decidió hacer una publicación en su blog en respuesta directa a la carta del familiar de su donante.
Ella escribió: “Tenía muchas cosas en común contigo. Mucho más allá de nuestro tipo de sangre. […] Probablemente hubiéramos sido buenas amigas. Pero, en vez de eso, nuestros caminos se cruzaron de la manera más extraña. El último día de tu vida, el primer día de mi vida. El peor día de tu vida, el mejor día de mi vida. […]”.
Además de eso, ella dijo que respeta el anonimato de la familia y que ha tenido mucho cuidado de no revelar el contenido de la carta. También espera profundamente que la familia de su donante vea su respuesta y sepa lo agradecida que está por lo que su donante ha podido proporcionarle.
