Si eres una de estas personas que les encantan las series, película y en sí todas las historias románticas, la de Lola y Loki te robará el corazón, especialmente porque estos son unos perritos que residen con sus familias en Surrey, Inglaterra. Sigue leyendo para conocer más datos sobre la historia de amor canina entre vecinos.
La historia de amor canina entre vecinos
Lola es una perrita bien presumida y glamurosa, la cual se mudó recientemente con su familia a un pequeño vecindario ubicado en el pequeño vecindario de Surrey. Por su parte, Loki es un poeta que soñaba con encontrar a su pareja ideal, y el destino se la puso enfrente.
Una vez ya instalada en su nueva casa, Lola salió al jardín de la vivienda para empezar a conocer y explorar lo que allí había. Fue en ese momento cuando sus ojos se cruzaron con los de Loki. El perro estaba tras una cerca de madera, la cual servía para dividir el patio trasero de ambos hogares. Sin embargo, como ocurre en estos casos, no hubo ninguna barrera que impidiera que la pasión surgiera nada más verse.
Los amos de los dos canes se dieron cuenta en seguida que los ojos de los perritos brillaban cada vez que se encontraban uno enfrente del otro. Sin embargo, nunca llegaron a creer que la historia de amor canina entre vecinos fuese tan fuerte y real como resultó ser. En un primer lugar, pensaron que sus mascotas a penas estaban emocionadas por tener a un vecino perruno al que podían saludar al otro lado de la verja.
El cariño surgió rápidamente
En palabras recogidas por el portal Recreo viral, la mamá humana de Lola comentó que “Nunca habíamos vivido cerca de otros perros antes. Lola estaba muy emocionada de poder ver a otro perro de tan cerca”.
Todo y que ella es un poco tímida al principio, la pasión que había entre los dos empezó a fluir en seguida. Es más, él se derretía nada más verla, aunque también le costó un poco admitirlo.
Monty, el dueño de Loki dijo que “Ella siempre salta y le da besos con su lengüita al pobre Loki. Es una perrita muy atrevida, creíamos que solo era una especie de saludo entre amigos”.
Los ambos de los dos canes se sorprendieron bastante al darse cuenta que a medida que pasaban los días, el amor canino iba en aumento. El feeling que existía era tal, que este iba más allá de una amistad. El cariño que se procesaban hizo que ambos perdieran interés por salir a dar un paseo a la calle, por entrar en sus viviendas a dormir y hasta emocionarse cuando los alimentaban. Lo único que Lola y Loki querían era pasar el mayor tiempo posible juntos.
Ante las evidencias, a los vecinos no les quedó otra alternativa, y decidieron colocar una puerta en la cerca que separaba las casas. De esta forma, los cachorros podrían visitarse siempre que lo deseasen.
Un dato a destacar es que, con el fin de prevenir que el patio se llenase de cachorritos, las dos familias esterilizaron a sus mascotas.
¿Qué te pareció esta historia de amor canina entre vecinos? Deja tu opinión en los comentarios.
Lee también: Unos perritos hermanos se encuentran por la calle y se reconocen en seguida
Para acabar, puedes conocer unas buenas razones para tener un perro en casa en el siguiente vídeo.