Cuando una persona que no tiene hijos ve a un niño teniendo un berrinche y dice: “si fuera mi hijo, ¡no haría un espectáculo como ese!” Pero la verdad es que es raro que los niños no tengan una rabieta, y, la mayoría de las veces, ocurren debido a un error de los padres. Algunos fallos suceden ocurren debido a la falta de preparación de las familias jóvenes que acaban haciendo que sus hijos sean malcriados. ¡Conoce cuáles son estos errores y cómo no cometerlos!
Hijos malcriados – los errores más comunes
Cualquier niño necesita amor, afecto y protección, pero algunos padres exageran la dosis y terminan malcriando a sus hijos. Los pequeños mimados no conocen la noción de límites, acaban convirtiéndose en niños autoritarios, los cuales están siempre teniendo rabietas. Mira las acciones de los padres que contribuyen a este tipo de actitud de sus hijos.
1. No mostrar quién es la autoridad en la relación
Los niños necesitan entender que los padres tienen autoridad sobre ellos, no nacen sabiendo eso y si cada vez que lloran, insisten o tienen un berrinche, los padres terminan cediendo, piensan que tienen autoridad sobre los padres y la forma de lograrlo es a través del enfado. Los padres deben, desde una edad muy temprana, establecer límites e imponer órdenes a sus hijos.
2. No enseñar a los hijos a tener paciencia
La mayoría de las rabietas de los niños ocurren porque quieren algo, ¡y lo quieren ahora! Cuando los padres ceden, los niños no aprenden que hay un momento y un lugar para todo, y usan el berrinche como una forma de acelerar el proceso para obtener lo que desean. Cuando los padres hablan y les enseñan a ser pacientes y esperar, se dan cuenta de que no será necesario un berrinche. Ceder ante la presión del niño solo creará un problema a largo plazo, y hará que tus hijos sean malcriados.
3. Nunca cuestionar al pequeño
Algunos padres no cuestionan a sus hijos, siempre piensan que el niño está haciendo lo correcto, como en situaciones: “¡Si no quiere comer, déjalo, después comerá!”, “Si ella no quiere ducharse ahora, más tarde yo le doy el baño”,” Si él no quiere prestar el juguete, no hay problema, ¡los niños son así!”. No, no es así, los niños sin límite es que son así. Entonces, el niño pensará que siempre tiene la razón, que sabe lo que es mejor para él y que sus padres lo obedecen, se vuelve autoritario sin saber cómo lidiar con posicionamientos contrarias.
4. No enseñar a tu hijo a compartir y socializarse
El niño que no juega con otros niños termina siendo un malcriado porque no está acostumbrado a compartir los juguetes, la atención de los adultos, a compartir momentos con otros que son como ellos. Muchos padres terminan diciendo: “es solo que es tímido, le gusta jugar solo”. El niño puede ser tímido y aún tener relaciones sociales con otros críos, esto es muy importante para que él aprenda a relacionarse y compartir.
5. Proteger demasiado al niño
Hay padres que no dejan que el niño viva, que tome decisiones, debido al excesivo cuidado. Si cada vez que el niño necesita tomar una decisión, recurre a los padres, los cuales inmediatamente le dan la solución, no tendrá el poder de decidir solo y se convertirá en un adulto indeciso e inseguro. Deja que el niño tome decisiones, no lo sobreprotejas hoy para que pueda comenzar a tener independencia desde una edad temprana y no sea un adulto que se tenga que apoyar en sus sus padres todo el tiempo.
6. No enseñar a los hijos a reconocer cuando estos están equivocados
Los niños que tienen dificultades para disculparse y no reconocen cuándo están equivocados son niños malcriados. Y eso es lo que los padres tienen que enseñar, porque a los ojos de los pequeños, si admitir mal es un sentimiento malo y difícil. Cuando los niños escuchan a sus padres y también admiten errores de vez en cuando, el niño se da cuenta de que esta acción no es mala, y que de hecho es necesaria. Los niños aprenden con el ejemplo, no con el consejo. Por lo tanto, sé un ejemplo para tu hijo, admite que te equivocas cuando cometes un error y muéstrale la importancia de pedir perdón y disculparse.
7. No decir no
Muchos padres tienen miedo de decir ‘no’ a sus hijos y de que estos se enfaden con ellos. Esta excusa es ampliamente utilizada por los padres que pasan mucho tiempo fuera de casa y que desean evitar conflictos cuando están con sus pequeños. Esto solo generará problemas importantes, porque el niño no verá a los padres como una autoridad, sino como un amigo que viene a jugar. La misión de educar pasa por aprender a decir ‘no’ a los niños, la cual es tan importante como dar cariño.