Los golpes y los gritos nunca son el remedio a los problemas. En ocasiones, los padres dan una bofetada o agreden verbalmente a sus hijos cuando estos no se han comportado adecuadamente o han cometido algún error. Recientemente, un estudio ha afirmado que los hijos que llevan palmadas pueden tener hasta 13 problemas mentales más.
Consecuencias en los hijos que llevan palmadas

La violencia en cualquier ámbito que se dé, ya sea física o verbal, puede conllevar diversas consecuencias para la persona que las sufre. Las que se dan en el cuerpo se pueden ver a simple vista. Pero las mentales, cuestan más de visualizar y, en ocasiones se arrastran de por vida.
Esta afirmación viene corroborada por un estudio de las universidades de Texas y de Michigan en Estados Unidos. La investigación que se publicó en el Journal of Family Psychology, recoge que los hijos que llevan palmadas pueden llegar a tener hasta 13 problemas mentales más. Asimismo, estos suelen ser agresivos y antisociales una vez que son adultos.
En el estudio se analizó a más de 160.000 niños registrado durante 50 años. Las conclusiones fueron muy claras. Como consecuencia de los golpes, los críos presentaron problemas de baja autoestima. También una habilidad cognitiva reducida, así como una pésima relación con los progenitores, entre otros.
Cabe destacar que países como Brasil ya han incluido en sus leyes el castigo a aquellas personas que maltraten a un menor, aunque sea con “una bofetada educativa”. Desde el 2014 en dicho país sudamericano se condena mediante la ley “de la Palmada” cualquier castigo físico y/o agresión que se produzca en la educación de los más pequeños.