Cuando Whitney Kittrell, una joven mujer de Utah, Estados Unidos, consiguió el amor, su vida cambió para siempre. Se enamoró como nunca de Richard, un hombre que aparentaba ser totalmente normal y bueno, pero en el fondo no lo era, sólo que Whitney todavía no lo sabía.
Su relación prosperó, cada día que pasaban juntos el amor crecía más y más, hasta que finalmente decidieron casarse y formar una familia juntos. De su unión nacieron dos hermosos niños, pero con los hijos salió a la luz la verdadera personalidad de Richard, quien era un hombre agresivo, irresponsable y alcohólico.
Al poco tiempo de nacer su segunda hija Richard decidió abandonar el hogar y dejó sola a Whitney con sus dos hijos, quien al principio se encontraba llena de rabia, dolor y decepción, pero con el pasar del tiempo no tuvo más opción que seguir adelante y ser feliz junto a sus hijos.
Para sus hijos Whitney es la mejor mamá del mundo, su entrega, coraje, amor y responsabilidad la hacen ser todo un ejemplo para el resto de las personas. Intentaba siempre evitar que sus hijos sintieran la falta de su padre, los llenó de amor y convirtió en niños de bien.
Whitney se esforzaba todos los días por darles lo mejor, tenía dos trabajos que le permitían brindarle todas las comodidades económicas que necesitaban, adicionalmente, su tiempo libre lo dedicaba estrictamente a ellos, sus dos grandes amores.
A pesar de todo su esfuerzo, Whitney no podía evitar que sus hijos sintieran la falta de su padre para siempre, existían algunas situaciones en las que no podía hacer más nada, sólo apoyar a sus hijos y llenarlos de amor. Ese fue el caso de lo ocurrido el día del padre en el colegio de su hijo mayor.
A casa llegó una comunicación por parte de la maestra de Aland, el hijo mayor de Whitney, diciendo que para el día viernes deberían asistir a la escuela de forma obligatoria junto a su padre, sin excusas.
Cuando Whitney leyó las exigencias de la maestra le sugirió a Aland que llevara a su abuelo con él, definitivamente el siempre había sido muy bueno con ellos y era una perfecta figura paterna. Pero Aland respondió que no, quería que fuese ella quien la acompañara a la reunión de padres. Le dijo: “Mami tu siempre has sido lo más importante para mí, sólo tu mereces ir conmigo a esa reunión, eres mi madre y mi padre. Te amo”
Los ojos de Whitney se llenaron de lágrimas y muy conmovida decidió acompañar a su hijo a la reunión de padres, pero lo haría de una forma diferente, ¡se disfrazaría de hombre!:
A pesar de que al principio de la reunión estaba muy nerviosa y llena de inseguridad por estar allí, su presencia lejos de ser un motivo de burla, se convirtió en un hermoso ejemplo de amor y responsabilidad. Aland la presentó frente a todos como su madre amada que también cumple funciones de padre.
Todos se maravillaron con ella, la aplaudieron de pie y reconocieron todo su esfuerzo públicamente.
Aland estaba maravillado por la situación, admira a su madre más que a nadie en el mundo.
Definitivamente Whitney es un ejemplo de que el amor de madre es la fuerza más grande que puede existir. Es una lástima que todavía sigan existiendo seres irresponsables y llenos de cobardía, pero estamos seguros de que en el caso de los hijos de Whitney, nada les faltará nunca.
A continuación le invitamos a ver el siguiente video, en él se presenta más sobre la hermosa historia de Whitney y su hijo:
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