Aunque muchos pensemos que durante la época del Renacimiento y la Edad Media las personas adineradas se vestían, lucían, olían y siempre estaban limpios, esto no es del todo cierto.
Sí, quienes tenían las posibilidades económicas se vestían con los vestidos y trajes más finos, pero no tenían el mismo cuidado con su higiene personal, de hecho le sorprenderá saber la frecuencia con la que tomaban un baño.
¡Se bañaban una vez al año!, en el famoso baño anual. Afirmaban que bañarse era nocivo para la salud, al igual que realizarse higiene íntima.
Baño anual
Se realizaba en el mes de mayo, en una tina caliente. Una familia promedio se bañaba en el siguiente orden: primero los hombres por orden de edad, luego las mujeres y por último los niños y bebés. Se podrá imaginar lo sucia que se encontraba el agua cuando llegaba el turno de los niños.
Ese terrible hábito no sólo existía en las personas adineradas, todos tenían esta práctica, desde el más pobre hasta el más rico.
Muchos tenían una bañera en su hogar, pero este artefacto funcionaba como simple decoración la mayoría del año. Sólo el día de San Silvestre, en el mes de mayo se utilizaban para lo que realmente estaban destinadas, bañarse.
La única forma de que las personas se bañaran más de 1 vez al año era porque estaban enfermas o porque iban a contraer matrimonio.
¡En el siglo XVIII fue peor!, las personas se bañaban sólo una vez en la vida.
No se preocupe, no siempre fue así, en siglos pasados ocurría todo lo contrario, los turcos y los romanos le rendían culto al cuerpo y las personas sí tenían una correcta higiene personal.
Lamentablemente, el rechazo por el baño tuvo inicio con la llegada de la Edad Media y el Renacimiento, al promoverse la concepción puritana y religiosa del cuerpo.
Hasta los médicos afirmaban que bañarse debilitaba al organismo y decían que la mugre protegía al cuerpo de las enfermedades, por lo cual las personas debían limpiarse con una toalla en seco.
La iglesia fue la principal culpable del alcance de esta práctica. Toda persona que decidiera limpiar sus partes íntimas era considerada pecadora, afirmaban que era un lujo lleno de lujuria e innecesario.
En el siglo XV, la Reina Isabel de Castilla fue una de las católicas más importantes de su época y presumía haberse bañado sólo dos veces en su vida, el día que llegó al mundo y cuando contrajo matrimonio.
La sucia práctica de no bañarse fue eliminada a partir de la primera mitad del siglo XIX, donde las personas poco a poco fueron aumentando la frecuencia de sus baños, una vez al mes, una vez a la semana, hasta llegar a las prácticas actuales. De hecho hoy en día la industria de la higiene y la limpieza es una de las más ricas del mundo. ¡Gracias a Dios!
A continuación le invitamos a ver el siguiente video, en él se muestran otros sucios datos de la Edad Media:
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