Después del parto, es normal tener algún sangrado, ya que el útero todavía se está recuperando del proceso de salida de la placenta. Pero ¿hasta qué punto es solo una hemorragia? ¿Es normal la hemorragia postparto? Mira cuál es la causa, cómo evitarla y cuándo debes preocuparte realmente.
Qué es la hemorragia postparto
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la hemorragia postparto (HPP) se define comúnmente como una pérdida de 500 ml. o más de sangre dentro de las 24 horas posteriores al parto”. Es muy preocupante, siendo la principal causa de muerte en madres que dieron a luz dentro de las 24 horas. Este es el tiempo requerido para que la pérdida de sangre sea significativa, llevando a la mujer al óbito.
Cuándo es preocupante
Es posible que se necesiten algunos absorbentes después de los primeros días del parto. Ya sea natural o por cesárea, ambos pueden presentar sangrado, dada la fragilidad y la necesidad de recomposición uterina. Sin embargo, este sangrado se vuelve preocupante cuando el flujo es muy fuerte, muchas veces al día. La OMS ha determinado la cantidad de 500 ml. de sangre como sangrado, pero no hay forma de medirlo normalmente. Por ello, es necesaria la percepción y el sentido común. El sangrado no puede pasar el flujo de una menstruación normal.
Causas
A pesar de ser una condición extremadamente rara, algunas condiciones pueden impulsar su desarrollo. Estas son las principales causas de hemorragia postparto:
- Atonía uterina: una de las causas es la incapacidad del útero para contraerse después del parto, una afección llamada atonía uterina;
- Laceraciones: también pueden ser causadas por laceraciones que ocurren durante el parto;
- Ruptura del útero: más común en casos de parto natural, después de algunas cesáreas;
- Placenta: la presencia de restos de placenta en el órgano puede provocar una hemorragia, siendo recomienda su extracción;
- Trastornos de la coagulación: si la madre tiene problemas con la coagulación, puede sufrir una hemorragia postparto.
Cómo evitarla
Además de tener cuidado de eliminar toda la placenta después del parto, evitando laceraciones y desgarros, la oxitocina se puede usar como un factor adicional. Esta actúa como un uterotónico profiláctico, evitando así varios problemas en la tercera etapa del parto, cuando la mujer todavía es muy vulnerable a las complicaciones.
Según la OMS, en caso de falta de oxitocina para administrar al paciente, “se recomienda el uso del fármaco uterotónico preferido. Otros uterotónicos inyectables y misoprostol son alternativas para prevenir la HPP en situaciones donde no hay oxitocina disponible”.
Tratamientos
El tratamiento debe ser lo antes posible, evitando así complicaciones para la paciente e incluso su fallecimiento. Para eso, es importante que se examine cuidadosamente, haciendo el masaje uterino tan pronto como se note la condición.
Otra acción que se puede tomar es la reanimación hídrica. Esta consiste en el uso de cristaloides isotónicos o incluso ácido tranexámico. Además de eso, se puede recurrir al uso de un taponamiento uterino con balón, además de la compresión aórtica manual y la embolización artificial.
Muchos términos técnicos te dicen que ninguna medida casera disminuirá el flujo o detendrá el sangrado. Lo que debes hacer es ir al hospital con urgencia para tomar los medicamentos y procedimientos adecuados, asegurándote así muchos años con tu bebé.