El hielo es un elemento que ayuda mucho a la hora de enfrías una bebida. Este también es de gran utilidad a la hora de hacer batidos, por ejemplo. Es por ello que todo el mundo tiene una o varias cubeteras en casa. Asimismo, hay quienes apuestan por las bolsas de hielo. Pero, el problema de muchos de estos es que se hacen agua en un santiamén. Para evitar que te ocurra esto, en este artículo puedes aprender a hacer hielos perfectos en casa.
La importancia del hielo
Quizás nunca se te haya pasado por la cabeza la importancia de hiel y el rol que este cumple. Tal vez es porque estás habituado a ver los cristales de agua diluirse, y te olvidas que la función del hielo es enfriar la deliciosa bebida que te estás tomando, en vez de aguarla.
Por otro lado, el hielo tampoco debe modificar la tonalidad del líquido ni congelarte la mano.
El problema reside en que, en muchas ocasiones, los hielos que se venden en establecimientos alimentarios no son de buena calidad. El tamaño de estos es pequeño y se quiebran fácilmente. Lo mismo pasa con los que se hacen en cubetas.
El sabor horrible que tienen algunos de estos, pueden incluso arruinar tu bebida.
Pero tranquilo, que una vez que aprendas a hacer hielos perfectos en casa, nunca más te ocurrirán ninguno de los supuestos expuestos, anteriormente.
Antes de entrar en materia a explicar cómo realizarlos, es bueno que sepas cómo debe ser un buen hielo.
¿Cómo tiene que ser un buen hielo?
¡Translúcido! Esta es la característica principal de un buen hielo. Debe ser como un cristal. Las manchas o burbujas blancas que tienen algunos no son una buena señal, dado que se trata de aire mixturados con minerales y sales.
Para poder obtener un buen hielo es necesario el agua pura, sin minerales y sin sales, dado que dichas sustancias perjudican el sabor y aceleran la dilución de este.
Cabe destacar que el agua pura puede ser filtrada en casa o de botella.
Además del agua pura, es clave que el sistema de enfriamiento sea en una sola dirección (sistema de enfriamiento direccional), si deseas conseguir un hielo totalmente cristalino. Así, los sólidos y moléculas de aire se expulsan hacia un extremo del hielo.
Cómo hacer hielos perfectos en casa como un profesional
Con el fin de hacer hielos perfectos en casa, hazte con agua pura, si es filtrada mejor, y un cooler pequeño. Este debe tener una medida que te permita dejarlo dentro del congelador.
Vierte el agua hasta llenar las ¾ partes del cooler. A seguir, introdúcelo en el congelador sin la tapa.
Tras haber transcurridos dos días y medio, más o menos, la gran parte del agua quedará congelada. Entonces, podrás ver que queda un bloque de hielo cristalino, sin burbujas, sin manchas y translúcido. Las posibles manchas y burbujas habrán quedado en la zona de abajo del cooler, y no se habrá congelado.
Si por lo que sea quedó todo congelado y ves manchas o burbujas, con un cuchillo serrucho marca el contorno. Después, con la ayuda de un cuchillo grande y un martillo, corta las zonas manchadas realizando golpes secos.
Limpia en un lavadero el bloque de hielo sólido y trocéalo con un mazo de mortero y un cuchillo para obtener el tamaño del hielo que deseas para los vasos y la copas.
Ten cuidado cuando hagas este proceso para evitar accidentes.
A partir de ahora, notarás que el hielo demora mucho más tiempo en disolverse.
Importante: Todo y que hay personas que intenta hacer el hielo usando un túper u otro tipo de recipiente, esto no es lo indicado. Usando estos artilugios no puedes asegurar que el frío entre a penas por la zona superior hacia abajo y adentro, como ocurre con el cooler.
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Puedes conocer en el siguiente vídeo información sobre los cubos de hielo de acero inoxidable.